Mauricio Wiesenthal ha pintado «un gran mural de la cultura europea en la primera mitad del siglo XX» en su monumental biografía de Rainer María Rilke, un volumen de 1.225 páginas que ahora llega a las librerías, según dijo a Efe el autor de Libro de Réquiems y de El esnobismo de las golondrinas.

Wiesenthal ha afrontado su Rilke. El vidente y lo oculto (Acantilado) «como si de una Capilla Sixtina se tratara; centrado en la figura de Rilke, pero rodeado por los personajes que fueron sus amigos: Lou Salomé, Freud, Rodin, Tolstoi, Gorki, Marie von Thurn, Ellen Key, Marina Tsvetáieva, Zuloaga, Paul Klee, Stefan Zweig, Gide, Rolland...». También autor de la ambiciosa novela Luz de vísperas, sobre el mismo periodo histórico, Wiesenthal aseguró que su obra sobre Rilke es también «una galería extraordinaria de hombres y mujeres de un tiempo privilegiado».

«Es una biografía simultánea de todos ellos, pero no referencias eruditas, sino retratos comunicados entre sí por las mismas luces, colores y perspectivas», lo resumió el autor, nacido en Barcelona en 1943, pero criado en Cádiz, estudiante de la Universidad de Sevilla y muy vinculado a Ronda por su devoción a Rilke, quien pasó una etapa determinante de su vida en esa ciudad malagueña.

Tras años de trabajo en esta obra, Wiesenthal comentó que para llevarla a cabo se dio cuenta de que «disponía de un escenario magnífico porque Rilke fue un gran viajero, vivió en castillos y grandes hoteles, entre mujeres elegantes y famosos personajes, en los lugares más románticos».

«Y lo curioso es que era un pobre de solemnidad; encontraba mecenas y princesas por todas partes; por eso su vida es apasionante», señaló antes de advertir que la suya «no es una biografía novelada, sino una recreación histórica».

«Es una biografía vivida, con detalles inéditos, revelables ahora que, con perspectiva, se pueden juzgar los errores más graves que heredamos del mundo de ayer: el relativismo, el racismo, y el fanatismo racionalista que infravalora los valores de la piedad y del corazón».

Según Wiesenthal, «Rilke comprendió que nuestras abuelas conocían secretos que fueron destruidos por la barbarie del racionalismo moderno; la fe, la oración, la piedad, la belleza, las reliquias, los pequeños objetos que ellas veneraban, explican muchos valores de civilización que hoy se derriban con barbarie y brutalidad».

«La comprensión de la vida exige respeto por el detalle; la civilización descansa sobre valores de precisión y educación recta del sentimiento; y todas las ideologías conducen al fanatismo si no están corregidas por el amor», concluyó.