A los pies de Loren y al filo de Europa (0-1)

LA CRÓNICA. Otro gol del delantero, el tercero en dos jornadas, tras una asistencia del debutante Junior le vale al conjunto verdiblanco para batir al Deportivo y ascender a la séptima plaza

12 feb 2018 / 20:42 h - Actualizado: 13 feb 2018 / 17:10 h.
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  • Loren festeja el tanto con Junior, que hizo de asistente / LFP
    Loren festeja el tanto con Junior, que hizo de asistente / LFP

El Betis venció al Deportivo gracias a otro gol de su futbolista de moda, Loren Morón, que lleva dos partidos en Primera y ya ha marcado tres tantos. El delantero aprovechó una asistencia del debutante Junior, compañero y amigo en el filial hasta hace dos semanas. En otras palabras, la cantera es la artífice de que el conjunto de Quique Setién haya hecho un seis de seis en seis días que lo deja a tres puntos del sexto clasificado y a dos del séptimo. Es decir, al borde de las plazas europeas. Los verdiblancos fueron más eficaces que bonitos ante un adversario que, dentro de sus enormes limitaciones, les hizo sufrir. Es lo que tiene la complacencia defensiva, que rara vez falla en un partido del Betis, pero lo importante es que en la clasificación tendrá repercusión el gol de Loren, no los dos remates deportivistas al poste.

Setién repitió ese 3-1-4-2 que tan bien le funcionó contra el Villarreal, sólo que con otros hombres. La principal novedad fue el estreno de Junior, que en su primera actuación en Primera se ganó el derecho a competir con Durmisi. Pero hubo más: Amat de central, Guardado de pivote con la compañía de Fabián y Joaquín, Boudebouz de delantero... Eso sí, no varió la idea transversal: tener la pelota. Y a fe que la tuvo, porque el Dépor, a pesar de jugar en teoría con tres delanteros (Lucas Pérez, Adrián y Andone), a la hora de la verdad se encerró en su campo aguardando las previsibles pérdidas verdiblancas para buscarse la vida a la contra.

En el primer tiempo no sucedieron demasiadas cosas. El Betis se hartó de mover el balón y dar pases, pero pocos fueron realmente verticales. O escasearon los espacios en la tupida y superpoblada estructura defensiva de su rival o los encargados de encontrarlos no hicieron bien su trabajo. Lo más peligroso por parte verdiblanca partió de Joaquín, esta vez lejos de la banda, pero hablar de ocasiones claras sería mentir. La mejor nació de un contragolpe de Boudebouz que estropeó Bartra al rematar fuera y no advertir que Loren, solo, estaba entrando en el área unos metros a su izquierda.

Para ser sinceros, el Dépor estuvo bastante más cerca de hacer trabajar al responsable del marcador electrónico. El Betis no cometió demasiadas pérdidas, pero una de ellas, de Guardado, flagrante y evitable, degeneró en una internada de Bakkali no resuelta por Mandi ni Francis y un derechazo que terminó con el balón impactando en la parte externa del poste. Y luego están los saques de esquina, que fueron un suplicio para los heliopolitanos. Uno se lo comió Adán y no fue gol de milagro y otro fue mal rematado primero por Albentosa, mal despejado luego por la zaga bética y cerrado en última instancia con un zurdazo de Luisinho que atrapó Adán. Y todo eso ocurrió sin que el Dépor montase una sola jugada de mérito en todo el parcial, que curiosamente acabó sin que el Betis cometiese ni una falta. El conjunto gallego perpetró unas cuantas, algunas dignas de tarjeta, pero el árbitro se las guardó para otra ocasión.

El Betis, poco ambicioso hasta entonces, dio un paso adelante tras el descanso y rondó el área deportivista desde el principio. Boudebouz y Joaquín sentaron las bases de otro tipo de encuentro, uno con un chut inofensivo y otro con un casi golazo olímpico que evitó el meta local con una intervención prodigiosa, antes de que Loren variase definitivamente la fisonomía de la noche. Después de una buena combinación en el centro del campo, el canterano se alió con Junior, con el que compartió vestuario en el filial y partidos en Segunda B hasta anteayer, como quien dice. El fútbol es tan maravilloso que a veces ocurren estas cosas. Y el marbellí, que apenas lleva 164 minutos en Primera, marcó su tercer gol.

El tanto asentó al Betis y perjudicó al Dépor, como es lógico, pero ya no volvió a haber peligro en la meta de Rubén. El conjunto de Setién se lo tomó con calma, con excesiva calma. Y su rival puede ir penúltimo, pero tiene orgullo y calidad en ciertos futbolistas, sin olvidar que el Betis, cuando no tiene la pelota, es un peligro para sí mismo. En resumen, sufrió el Betis y sufrió Adán, que vio cómo Andone se estrellaba con el poste tras coger la espalda a los centrales, aunque el desconcierto defensivo fue peor en el tiempo extra: un remate cruzado de Borges tras el enésimo centro lateral mal despejado por la zaga se marchó fuera por poco, igual que un chut de Andone a dos metros de la portería después de otro centro que sobrepasó a todos los defensores.

RC DEPORTIVO: Rubén; Juanfran, Eneko Bóveda, Albentosa, Luisinho; Fede Valverde (Borges, m. 18), Krohn-Dehli (Mosquera, m. 77); Lucas Pérez, Adrián, Bakkali (Fede Cartabia, m. 61); y Andone.

REAL BETIS: Adán; Mandi, Bartra, Amat; Guardado (Javi García, m. 83); Francis, Fabián, Joaquín, Junior; Boudebouz (Tello, m. 63) y Loren (Sergio León, m. 74).

Gol: 0-1, m. 54: Loren.

Árbitro: Del Cerro Grande (Comité Madrileño). Amonestó a los locales Bakkali (43’) y Albentosa (64’).

Incidencias: partido correspondiente a la 23ª jornada de Liga, disputado en Riazor ante 20.490 espectadores.