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El presidente del Betis Ángel Haro saluda con gesto de victoria. / Manuel Gómez -
Rafael Salas (d), junto a Adrián Fernández, antes del inicio de la junta. / Manuel Gómez
Ángel Haro seguirá siendo presidente del Betis. La moción de censura emprendida por el exconsejero Rafael Salas no tuvo éxito y sólo contó con un 10,3% de apoyo de los accionistas del club verdiblanco, entre ellos Manuel Castaño. Por el contrario, el actual dirigente obtuvo un 21,1%. La diferencia entre ambos proyectos, previsible tras los anuncios de Por Nuestro Betis (2,5% del capital social) y peñas tan importantes como Marchena (600 acciones) a favor de Haro, se desbordó al final y alcanzó el doble: 24.864 acciones para el presidente y 12.113 para Salas, con un irrelevante 0,3% de abstención.
La asamblea extraordinaria impulsada por Salas se celebró ayer con la presencia de un 31,77% del accionariado. Sólo tenía derecho a voto el 48,66% del capital social, ya que el 51,34% en poder de Bitton Sport está invalidado para estos menesteres tras el pacto que Luis Oliver firmó con el consejo de administración. Así pues, casi el 17% de los accionistas con derecho a voto ni siquiera estuvo representado en la junta. La mayoría de los que sí acudieron o delegaron su voto respaldaron el proyecto de Haro y José Miguel López Catalán, rechazaron el cese del resto del consejo y ratificaron el nombramiento de Lorenzo Serra Ferrer (21,5% a favor, 2,3% en contra y 7,8% de abstención), Carlos González de Castro y Ozgur Unay como nuevos consejeros.
La reunión comenzó con la intervención de Haro, que transmitió su «sincera disculpa» a los accionistas «por el reiterado llamamiento a que expresen su parecer sobre el órgano de gestión». En otras palabras, pidió perdón por el inusitado número de juntas que se han celebrado en los últimos años. «Todos queremos un Betis estable, pero la estabilidad no debe entenderse como una restricción al derecho de los accionistas a manifestarse», matizó. Salas, por su parte, propuso que el presidente del Betis haya sido socio «durante quince o veinte años». «En estos cuarenta días, los consejeros delegados han trabajado más que en año y medio. Me alegro porque quiero que el Betis esté arriba y para eso hay que exigir», añadió el exconsejero, que lamentó el «odio» que ha detectado durante su campaña. En su contrarréplica, Haro lo acusó de «un grado de deslealtad difícilmente igualable en la sociedad sevillana» y de presentar «un proyecto vacío de contenido» con el único objetivo de «sacar provecho de un mal año deportivo».
Una vez concluida la junta, que se fue a las dos horas, los competidores recuperaron la deportividad. La candidatura de Arriba Betis Campeón dio la «enhorabuena» al ganador, Salas adelantó que no piensa repetir como candidato «en uno, dos o tres años» y Alfonso Pérez Muñoz felicitó a Haro en persona antes de abandonar la sala.