Año nuevo, ¿derbi nuevo?

2018 está recién nacido pero el Betis, lejos de regocijarse con villancicos, mantecados y turrones, sólo puede pensar ya en su primera cita competitiva del año natural porque no es un compromiso cualquiera: es el derbi. Y desde luego una batalla de esta envergadura no puede más que exigir la mayor carga de trabajo, mentalización y exigencia para el conjunto de Quique Setién, que se enfrenta a una de sus principales maldiciones en vigor. Los béticos, con razón, estarán cansados de que se les recuerde este dato, pero seguirá siendo noticia mientras no cambie el signo del choque.

Son ocho duelos consecutivos sin que el Betis venza al Sevilla, con el agravante de que siete de esos encuentros terminaron con el peor de los resultados posibles y sólo en uno logró al menos una igualada. El último derbi que ganó el Betis, que coincide con su último éxito en el Sánchez-Pizjuán, fue el de la ida de los octavos de final de la Liga Europa: 0-2 gracias a los goles de Baptistao y Salva Sevilla. Aquel partido, que paradójicamente no les sirvió de nada a los verdiblancos porque en la vuelta cayeron por el mismo resultado y fueron eliminados en la tanda de penaltis, se disputó el 14 de marzo de 2014.

En estos tres años y medio, casi cuatro, se han jugado ocho choques de máxima rivalidad y el balance, como queda dicho, es de un empate (el 0-0 liguero en el Villamarín en la campaña 2015-16) y siete derrotas: el 0-2 europeo, el posterior 0-2 en la Liga en Heliópolis, el 2-0 del Sánchez-Pizjuán en la 2015-16; el 0-2 en casa y el 4-0 fuera en los octavos de final de la Copa del Rey de ese mismo curso; y el 1-0 y el 1-2 de la pasada campaña. Un rosario de decepciones.

Esta pésima serie incluyó otra para la reflexión: siete derbis sin un solo gol del Betis. La sequía concluyó con el tanto de Durmisi que abrió el marcador en el 1-2 liguero del último curso. Eso no quita para que la carestía ofensiva siga vigente en Nervión. Son tres visitas seguidas sin ver portería desde que Salva Sevilla batió a Beto. La malísima relación del Betis con los derbis es extensible a un periodo que ya supera la década. Desde el 2-1 de la temporada 2005-06 en el Villamarín, el balance es de 21 derbis, con 3 victorias verdiblancas (todas en Nervión) y 12 sevillistas. Los triunfos fueron 1-2 en la 2008-09 (goles de Sergio García y Ricardo Oliveira) y en la 2011-12 (Beñat, los dos de falta), ambos en la Liga; y ese 0-2 de la 2013-14 en la Liga Europa que de nada sirvió a los de Heliópolis.