Betis, dame un punto de apoyo

CONTRACRÓNICA. La calidad de Guardado y Joaquín define una victoria y un concepto. Las ideas de un entrenador sólo las hacen buenas o malas los futbolistas. Tan fácil como ver el espacio por donde enviar ese pase, tan difícil como poner el balón justo allí.

16 sep 2017 / 22:58 h - Actualizado: 17 sep 2017 / 00:21 h.
"Fútbol","Primera División"
  • Guardado conduce la pelota acosado por Guilherme. / Manuel Gómez
    Guardado conduce la pelota acosado por Guilherme. / Manuel Gómez

Dame un punto de apoyo y moveré el mundo. Dame a Guardado y Joaquín y ganaré partidos. Este Betis de Setién tiene claro a lo que quiere jugar. En el Deportivo de Mel es complicado encontrar un patrón. Pero con empate a uno, con los gallegos tirando contras y los locales con más iniciativa que ocasiones, el partido estaba en el alero. Podía caer hacia cualquier lugar. Se había deshinchado el Betis que fue rodillo en el inicio, cuando parecía que se iba a llevar por delante a un Deportivo muy superado, incapaz de dar dos pases, incapaz de casi todo. Pero en el 75’ el duelo era uno muy distinto, hasta que Guardado le robó la cartera al aprendiz Fede Valverde. La diagonal a toda velocidad, cabeza arriba y balón atado, escuadra y cartabón en las manos, por el carril diestro Joaquín esprintó, soñando con el pase que segundos después se hizo realidad. Vaya pase, vaya gol.

Guardado jugó en el Deportivo, como Feddal, como Barragán, en el Betis jugó Juanfran. Aquel era otro Depor, este es otro Betis. Futbolistas de este nivel, futbolistas de talento, técnico y físico, en todas las líneas ganan partidos y hacen posible alentar la confianza en un concepto, que en el Betis de Setién todavía está cogido con alfileres. Hay patrón pero no hechura, le falta la jerarquía colectiva que tienen individualmente muchos de sus jugadores. No quiere decir que no juegue ya como un equipo, sino que la expectativa todavía está lejos de los acontecimientos que se desarrollan en el césped. Pero la calidad siempre está y estará, aunque Setién sabe que no puede exprimirla en un sistema muy exigente.

A favor tiene que los buenos futbolistas prefieren jugar a lo que juega este Betis, se divierten porque quieren y tienen el balón, ante rivales de menor entidad como este Deportivo pero también ante otros mejores, como el Villarreal, capaces de dejar patente la etapa de crecimiento en la que está un equipo.

Las dos victorias dan mucha tranquilidad para que Setién siga moldeando su proyecto, incluso, como ya le ronda en la cabeza, dar descanso a algunos de sus imprescindibles. El crecimiento del Betis tiene que hacer énfasis en dos aspectos: la posesión y el toque no le llevan a generar todavía demasiadas ocasiones; y también hay fases en las que se descose, cediendo espacios peligrosamente al rival.