La Copa del Rey ha dado al Betis dos de los tres grandes títulos de su historia. De hecho, son los dos más recientes, en 1977 y 2005. Recientes, por decir algo... Han transcurrido once años desde aquella última vez, desde aquella gran noche en el estadio Vicente Calderón, desde aquel gol de Dani en la prórroga contra Osasuna, y la vida futbolística del club de Heliópolis en este lapso de más de una década se resume en un digno paso por la Liga de Campeones, una breve experiencia en la Copa de la UEFA y otra similar en la Liga Europa y dos descensos a Segunda con sus correspondientes ascensos a Primera. Han sido más frustraciones que alegrías, es indudable, así que el camino que hoy vuelve a andar el Betis en la llamada competición del KO, con el duro contexto que componen la pobre marcha en la Liga y la reciente derrota en Eibar, seguramente no genera toda la ilusión del mundo entre su hinchada. Pero es un torneo oficial e importante en la historia de la entidad y Víctor Sánchez del Amo querrá llegar lo más lejos posible. Ese debe ser el reto.
La ronda inicial para todos los conjuntos de Primera, los dieciseisavos de final, pilla al Betis entre el 3-1 de Ipurua y una doble comparecencia casera en la Liga frente a dos potentes adversarios, el Celta y el Athletic. La prioridad es la Liga, suele decirse. Alguien debería haber patentado ese tópico, pues resulta tan socorrido para los profesionales que su uso habría proporcionado una auténtica fortuna a su inventor. El caso es que no parece el mejor momento para concentrar los esfuerzos en eliminar al Dépor, pero la trayectoria verdiblanca tras trece jornadas es tan errática y dudosa que cualquier momento parecería malo. Y lo mismo puede decirse de su oponente. Mientras los hechos no digan lo contrario, Betis y Dépor pelean de momento por la permanencia y son incapaces de abandonar la zona baja. A partir de esta noche, en un horario impropio (22.00 horas), casi de sesión golfa, se verá a quién incomoda más esta eliminatoria. Eso sí, desde el punto de vista verdiblanco, por muy preeminente que sea la Liga, un buen resultado o una buena actuación podrían resultar favorables de cara a la preparación de ese duelo contra el Celta. Es mejor aprobar un examen antes de estudiar para el siguiente.
El Betis que afrontará este primer paso copero se parecerá al de los dos primeros partidos de Víctor, según insinuó el técnico en la víspera. «Estamos muy satisfechos con el rendimiento con el cambio de sistema», dijo. Otra cosa es que la nómina sufra cuantiosas variaciones. Como también señaló el míster, «la plantilla es muy amplia». Cabe esperar que futbolistas con escasa participación en lo que va de Liga o en las últimas jornadas dispongan de la tradicional oportunidad que suscita la Copa: Dani Giménez, Durmisi, Brasanac, Jonas Martin, Álex Alegría, Musonda... Para todos ellos, para todos los que jueguen, será también un examen. Para el entrenador, un ensayo que le facilitará una visión global de lo que pueden o no pueden aportar los menos habituales.
Todo lo dicho sobre el Betis es aplicable al Dépor, decimoséptimo en la Liga y en medio de una malísima racha de seis jornadas sin ganar (cuatro derrotas). Gaizka Garitano, además, sufre una plaga de bajas: Bruno Gama, Laure, Babel, Borja Valle y Joselu. Tendrán su opción el meta Lux, los exsevillistas Arribas y Fernando Navarro o el centrocampista Álex Bergantiños, que todavía no ha jugado esta campaña. Aun así, con tanta ausencia, el técnico deportivista no podrá explayarse con las rotaciones.