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Poyet, Dani Ceballos (de espaldas) y Rubén Castro, en un entrenamiento / Manuel Gómez -
El Betis inaugura otra Liga en el nuevo Villamarín, huérfano ya del Gol Sur, y el invitado es el Deportivo de La Coruña (20.45 horas, GOL). No es el Barcelona, así que ya no cabe ese argumento/excusa. Y tampoco es la final de la Copa del Mundo, aunque Gustavo Poyet opina que hay quien cree que sí, pero es un partido importante. Todos lo son, es de perogrullo. Pero si a la importancia intrínseca de cualquier jornada se le añaden el 6-2 del estreno liguero, la mala imagen que dejó su equipo y la presentación oficial ante una afición cansada de mediocridades, sufrimientos y discursos, quizá el nivel de importancia sí merezca ser recalcado. No es el fin del mundo, pero el técnico verdiblanco no debería desdeñar la trascendencia del pasado más reciente y su influencia en la actitud de la afición. ¿Paciencia? El beticismo está doctorado cum laude en esa carrera.
A este nuevo Betis de Poyet más le vale mejorar muy mucho la impresión que dejó en su debut y, a ser posible, ganar en su primer partido en el nuevo Villamarín. Es la conclusión de toda la parrafada anterior, pero también es el primer paso para que este proyecto verdiblanco no genere más dudas de las saludables. La derrota en el Camp Nou las provocó de todos los colores y en casi todas las líneas, desde la defensa con su endeblez al centro del campo con su incapacidad tanto para contener como para crear algo de fútbol. La baja de Jonas Martin perjudica a los verdiblancos, aunque también puede abrir la puerta del once a Dani Ceballos, cuya presencia suele beneficiar más que dañar a su equipo.
La entrada del canterano puede ser una de las muchas novedades que presente Poyet en su puesta de largo ante los béticos. Otra, segura por anunciada, será la de Joaquín. La tercera, salvo sorpresa mayúscula, será el final del sistema de tres centrales para uno más ortodoxo, con dos centrales (Mandi y otro). Y está por ver si aun así mantendrá a dos delanteros, algo previsible porque hay cuatro en la lista, o sacrifica a Sanabria para meter a Musonda o Nahuel en la izquierda.
El Dépor, que en su debut venció al Eibar, viajará hoy a Sevilla sin Lucas Pérez, a punto de ser traspasado al fútbol inglés. Es una baja importantísima, aunque a los gallegos se les da bien el Villamarín de un tiempo a esta parte y al Betis se le dio mal tirando a peor la pasada campaña. No sólo el Dépor (ganó 1-2), sino el Villamarín en general. Esa es otra costumbre que Poyet debe cambiar sí o sí, con Gol Sur y sin Gol Sur.