Betis-Sevilla: un derbi para aclarar dudas

LA PREVIA. Los eternos rivales se reúnen poco más de 100 días después de la última vez. Los verdiblancos, que todavía no han marcado un gol, quieren su primera victoria de la temporada. Los nervionenses, recuperar el nivel de su estreno. Guardado es duda en los locales. Escudero, baja en los visitantes

02 sep 2018 / 07:00 h - Actualizado: 02 sep 2018 / 23:23 h.
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El derbi número 95 de la historia en Primera División se va a jugar apenas 113 días después del número 94. Llega pronto esta nueva edición del Betis-Sevilla, además en el mismo escenario que aquella tarde de mediados de mayo, pero los parecidos casi se acaban ahí. Es lógico, teniendo en cuenta la revolución que han experimentado las dos plantillas, en especial la del equipo que oficiará de visitante. Es lo que tiene el cambio de entrenador, obviamente. Al conjunto de Nervión le han sentado bien el relevo y el aire fresco y sensato que ha aportado Pablo Machín, que encara el primer derbi de su carrera desde el optimismo derivado de su serie de triunfos en las rondas previas de la Liga Europa pero también con las dudas que dejó el empate contra el Villarreal. Y en esa coyuntura anda también Quique Setién, seguro de su vademécum futbolístico pero con la incertidumbre inevitable que han generado sus dos primeros partidos oficiales y el cero en los casilleros de victorias y goles a favor.

La impresión previa después de dos jornadas, con todos los matices que supone el hecho de que sólo se haya jugado eso pero con la perspectiva que también dan los seis encuentros europeos que ha disputado el Sevilla, es que el conjunto del Sánchez-Pizjuán ha empezado la Liga con un mejor tono, algo que seguramente debe agradecer a ese tortuoso pero constructivo paso por todas las rondas previas de la Liga Europa. Ahora bien, todo lo bueno que apuntó y confirmó en Vallecas bajó bastantes tonos frente al Villarreal. El Betis estuvo mejor en el segundo partido que en el primero, pero las lagunas fueron evidentes en ambos compromisos: ofensivamente, en uno y otro, en especial en Mendizorroza, donde tuvo y falló ocasiones de sobra para haber ganado; y defensivamente, frente al Levante, cuyo esquema se parecerá bastante al que le plantee el Sevilla... a priori.

Como en cualquier derbi, y como en muchos partidos, es difícil prever qué tipo de duelo se verá sobre el césped. En teoría, los eternos rivales no lo serán tanto en la disposición táctica, ya que ambos tienen una clara preferencia por la zaga de tres centrales y dos carrileros. En el caso del Betis, la recuperación de Javi García le da posibilidades de insertarse ahí, quizás en detrimento de Feddal. En el caso del Sevilla, Mercado puede regresar al once tras descansar en la vuelta contra el Sigma Olomouc. La duda afecta a un lateral por bando: en el local, el derecho ha sido hasta ahora propiedad de Francis, pero tras su mala actuación en Vitoria se abre la veda para que Tello o Barragán (aún inédito como titular) le quiten el puesto; en el visitante, la lesión de Escudero dibuja una vacante que pueden ocupar Aleix Vidal a pierna cambiada o Arana.

También en teoría, el Betis intentará imponer su juego de elaboración, posesión y mucho toque, aunque tiene otra duda importante personificada en Guardado, que apenas se ha entrenado esta semana con el grupo por molestias en una rodilla. El Sevilla, de acuerdo con lo visto hasta ahora, basará su fortaleza en el rigor defensivo y la velocidad a la hora de atacar, en especial por el flanco de ese incansable filón que es Jesús Navas con el apoyo de otro hombre en una forma espléndida: Sarabia.

El Betis, que acumula dos derbis consecutivos sin perder, también necesitará afinar su puntería para prolongar esa pequeña aunque gratificante racha, porque de momento son cero goles a favor. El Sevilla, que lleva doce derbis seguidos sin perder en el Villamarín, también deberá estar más lúcido que, por ejemplo, el pasado domingo para perpetuar esa especie de gracia que lo bendice cada vez que atraviesa la ciudad desde 2006, año de su última derrota allí.