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Dani Ceballos y Charly Musonda tratarán de surtir de balones a Rubén Castro, que no marcó nunca en Cornellá. Ningún bético lo hizo. / Manuel Gómez -
Tras desaprovechar dos bolas seguidas prácticamente de salvación tranquila con su saque, el Betis visita esta noche el estadio de Cornellá con la necesidad, ya casi imperiosa, de seguir al menos puntuando ante otro rival directo, salvo que quiera verse inmerso en un final de Liga agónico que desataría la jindama entre sus seguidores, conocidos los precedentes que este club ha vivido en tiempos bien cercanos.
En Cornellá El Prat, a orillas del Llobregat que desemboca en las inmediaciones, el Betis estará arropado como siempre por la fiel infantería de la novena provincia andaluza, aunque esta vez los béticos de Catalunya estarán en clara inferioridad ante los pericos, pues el club blanquiazul ha regalado entradas a todos sus socios y oferta otras a precios muy económicos, por lo que el estadio registrará una entrada muy próxima al lleno y mayoría blanquiazul frente a la parroquia verdiblanca.
El Espanyol –que en la ida ganó 1-3 en el Villamarín– también se juega mucho en el envite. Los de Galca llegan a la cita tocados por un brote de gastroenteritis que afectó a casi todos sus titulares, aunque finalmente no hay bajas en la convocatoria por dicho motivo. Marco Asensio, Burgui y Hernán Pérez parecen haber sido los más tocados, pero los dos primeros apuntan a la titularidad. El Espanyol, tras sumar 2 puntos de 24 en ocho jornadas previas, se ha venido arriba en las dos últimas ganando de forma consecutiva a Dépor y Sporting. Pero en lo que va de Liga ha sido el único, junto al Levante, incapaz de enlazar tres partidos sin perder. Y ahora lleva dos victorias. No suma tres seguidas desde febrero de 2013, cuando lo hizo precisamente ante el Betis. Un Betis que, por cierto, nunca ha ganado en Cornellá ni ha marcado un gol oficial en el nuevo estadio españolista, donde empató 0-0 en su última visita y perdió por la mínima en las dos anteriores, siempre de la mano de Pepe Mel y en las dos últimas citas sin Rubén Castro.
El campo del Espanyol –este o el Olímpico– es uno en los que, en Liga, nunca ha marcado Rubén Castro (el Bernabéu y Mestalla son los otros), que ha recuperado el olfato en las últimas jornadas –cuatro goles en los cinco últimos partidos tras estar ocho sin ver puerta– y hoy volverá a conducir el ataque bético, ya veremos si acompañado por Molina o por un medio campo más poblado en el que, junto a N’Diaye, sólo son seguros Musonda y Ceballos. Habrá que ver qué decide Merino, si jugar con uno o dos delanteros o qué tipo de acompañante coloca con N’Diaye, si ofensivo (Ceballos, Fabián) o defensivo (Digard, Xavi Torres). Juegue quien juegue el objetivo es claro: hay que tratar de romper ya la racha de empates con un triunfo o, en todo caso, bajo ningún concepto volver de vacío. En Cornellá realizará el Betis su tercer intento de despegue tras los dos fallidos para tratar de salir del grupo de equipos que lucha por el descenso e instalarse en uno más tranquilo.