Desde China hacia Europa

CONTRACRÓNICA. Como en el guion de una película, el héroe volvió y fue como si no se hubiese ido, porque el paréntesis en el lejano y rico Oriente no difuminó la estampa y el preciso desempeño del futbolista que ha conquistado con el gol un lugar en la leyenda del Betis.

16 ene 2018 / 01:09 h - Actualizado: 16 ene 2018 / 17:28 h.
"Fútbol","Primera División","Rubén Castro"
  • Rubén Castro recibe las felicitaciones de sus compañeros tras anotar el penalti. / Manuel Gómez
    Rubén Castro recibe las felicitaciones de sus compañeros tras anotar el penalti. / Manuel Gómez

Rubén Castro, Rubén Gol. Regresó, vio y venció. Era el tercer balón que tocaba tras un paréntesis de casi seis meses y lo puso en la red como tantas otras veces. Concretamente 148 con la camiseta del Betis, el equipo donde ha sabido optimizar su talento, sacando su mejor versión, el club donde se ha convertido en uno de los mejores delanteros nacionales de estos últimos años, desde que llegara en el año 2010 a Heliópolis en busca de asentar su carrera.

El canario es un futbolista especial, único, diferente, al que en no pocas ocasiones se le ha negado el pan y la sal, y hasta entró en debate la idoneidad de su regreso, bajo el argumento de que podía ser un elemento nocivo para el nuevo ecosistema que trata de fortalecer Quique Setién. Pues llegó Rubén e hizo lo que tiene que hacer, lo que sabe hacer y hará hasta que se canse de esto del fútbol. Agarró el balón que más quemaba, a siete minutos del final, y lanzó el penalti de la responsabilidad, el disparo para que el Betis siga en la ola de energía y entusiasmo a la que se ha subido tras la conquista en modo histórico del derbi en el Sánchez-Pizjuán, para poner a buen recaudo un partido que alienta a los verdiblancos en la persecución de un puesto europeo al cierre de la primera vuelta.

Fue un partido envuelto en contradicciones, de un equipo de polos opuestos, que sostiene su éxito en el dominio del área del rival, donde suturar los problemas que tiene para controlar la propia. Sólo el Barcelona y el Valencia le habían hecho dos goles en un partido al Leganés esta temporada y el Betis le hizo dos en 40 minutos, para a continuación desmadejarse de tal forma que los madrileños también hicieron dos tantos, cuando son de los equipos menos anotadores de la competición. Eso sí, fuera de casa, lo han logrado en otras varias ocasiones.

Esa ventaja verdiblanca que parecía dar sentencia al encuentro, llegó a contraestilo, con juego directo, con balón en largo, en pase de Adán en el tanto de Joaquín y por la pelea de Sergio León para provocar el error del central rival, jugada que abrochó Tello ante Cuéllar. Hay vida más allá del toque. Y para toque, el del próximo domingo ante el intocable líder de la Liga.