Pésimas noticias para un jugador que pertenece al Betis, aunque no está a las órdenes de Gustavo Poyet sino cedido en Osasuna. Didier Digard se lesionó este domingo en el partido contra el Athletic y, fiel a su mala suerte con los problemas físicos, esta vez ha ido más allá. En concreto sufre una rotura completa del ligamento cruzado anterior y una lesión en el menisco interno de la rodilla derecha, según han determinado las pruebas médicas a que se ha sometido este lunes en la Clínica Universidad de Navarra.
Como es lógico, el centrocampista francés tendrá que pasar por el quirófano, pero a priori tiene pocas posibilidades de volver a jugar esta temporada. Está por ver si la operación se realiza en Pamplona o en Sevilla, ya que la ficha del jugador pertenece al Betis. Cabe la posibilidad de que sea el propio Digard quien elija y opte por irse a Francia. En todo caso, un nuevo traspié para un futbolista que la pasada campaña también estuvo muchos meses en blanco por una sucesión de hasta cuatro lesiones musculares. Eso sí, ninguna fue tan grave como la que sufrió en San Mamés un profesional marcado por el infortunio, hasta el punto de que reapareció hace apenas un par de semanas en Eibar después de perderse las siete primeras jornadas por el enésimo contratiempo muscular.