El 155 del Betis en Cornellá

CONTRACRÓNICA. Quique Sánchez Flores desactiva el intento de rebelión verdiblanca disolviendo su estilo tras neutralizar a sus principales cabecillas. El Espanyol impuso su ley, trabando un partido que puso a baja revolución y que ganó con un gol que el juez debió anular.

31 oct 2017 / 00:18 h - Actualizado: 31 oct 2017 / 00:30 h.
"Fútbol","Primera División"
  • Alin Tosca y Fabián Ruiz luchan por el balón con el espanyolista Sergi Darder. El canterano tuvo la gran ocasión verdiblanca con un tiro soberbio que se estrelló en el larguero con 0-0. / Efe
    Alin Tosca y Fabián Ruiz luchan por el balón con el espanyolista Sergi Darder. El canterano tuvo la gran ocasión verdiblanca con un tiro soberbio que se estrelló en el larguero con 0-0. / Efe

Fue un choque de trenes el que se vivió en Cornellá-El Prat, un choque de estilos en el que el Betis no supo imponer el propio. Si hay un entrenador que sabe cómo neutralizar los principales argumentos de su rival es Quique Sánchez-Flores. Si hay un entrenador que tiende a despreocuparse o al menos a dejar en un segundo plano de prioridades lo que pueda proponer el contrario es Quique Setién. En ese duelo, el madrileño logró que el partido se jugase exactamente como quería el Espanyol, y el Betis no supo cómo solucionar la ecuación que le planteaba el duelo. El trazo reconocible de esta temporada, de mucho toque, pero también de mucha llegada, que exige el movimiento rápido del balón para sortear los posicionamientos defensivos, no existió en la bancada heliopolitana.

Apretó bien el Espanyol arriba cada salida, fomentando que el balón no transitara por los pies de Guardado. Joaquín lo tuvo más pero no supo, como otros días, qué hacer con él. Fue un partido al que el Betis le fue cogiendo coraje con el paso de los minutos, con un ritmo que iba amodorrando el fútbol, el Espanyol llevó a la somnolencia el partido hasta que logró dar el golpe de gracia.

Lo hizo Gerard Moreno, en una acción que el árbitro debió anular por fuera de juego, como demostró la toma repetida de televisión, pero también difícil de ver por el asistente. Jugada que dejó mal a Mandi, tendente a perder la situación del delantero al que debe asediar, y no es la primera vez. Luego casi se desquita con un buen pase al espacio en el otro área para que Sergio León, que sustituyó al desaparecido Tonny Sanabria, en el día que buscaba su sexto gol consecutivo, casi pusiera el empate en el marcador, que no hubiese sido tampoco un resultado inapropiado para lo que propuesto uno y otro.

También pudo desnivelarlo Fabián con un tiro soberbio que se topó con la escuadra. De nuevo se encontró con la madera en esta su temporada de explosión.

El Betis ha sido hasta ahora una de las sorpresas de la liga y su propuesta, la de su técnico, reseñable por aunar estética y eficacia. Quique Sánchez-Flores ya ha demostrado cómo neutralizarlo. Otros le seguirán y Setién debe buscar alternativas.