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Fabián celebra el 0-1 en el Sánchez-Pizjuán. Es su segundo gol oficial con el primer equipo del Betis / Real Betis -
Fabián, en el primer partido que jugó como titular en el Elche. Fue contra el Rayo / LFP
Tal día como este lunes hace un año, el 8 de enero de 2017, Fabián Ruiz disputó el primer partido de su cesión en el Elche. Sustituyó a Nino y fueron sólo dos minutos sobre el césped en una derrota ante el Cádiz (2-3). Criado en Los Bermejales desde una etapa muy temprana de su formación, inauguraba una etapa inédita en su carrera, fuera de casa, al ver cómo se le cerraba la puerta del primer equipo, con el que había participado con poca continuidad desde la última campaña en Segunda: seis partidos en esa temporada 2014-15, doce en la de su debut en Primera, sólo cuatro hasta diciembre de 2016... Fue entonces cuando el Betis y sus agentes lo convencieron de que acumular minutos en Segunda podía ser una opción muy recomendable. Y así fue. Un año más tarde, Fabián tiene dorsal del primer equipo, es indiscutible en el once, frecuenta la sub 21 y, si no surgen grandes desavenencias, a corto plazo tendrá un nuevo e importante contrato con el Betis y una cláusula de rescisión de 30 millones.
El paso por Elche hizo un bien muy grande al palaciego. El equipo bajó a Segunda B, cierto, pero Fabián acumuló muchos minutos (1.343) repartidos en dieciocho partidos, dieciséis como titular. El salto de calidad fue mental y físico. El chaval (tenía 20 años cuando se marchó) maduró de forma exponencial y acometió una mejora de su musculatura, sobre todo la del tren superior, que lo devolvió a Sevilla mucho más hecho. Hoy en día aún se lo agradece a quienes trabajaron con él en el Elche.
El punto de inflexión que para él supuso la estancia en el equipo ilicitano es patente. Allí jugó dos ratos en sus dos primeros encuentros, pero a partir de una visita al Rayo fue titular y ya no hubo quien lo quitase del once. Luego le tocó hacer la pretemporada con Quique Setién, que vio en él una potencial versión mejorada de uno de sus puntales en Las Palmas, Vicente Gómez, otro centrocampista zurdo y de buena talla. El palaciego respondió en verano y cuando marcó aquel golazo al Milan de Vincenzo Montella ya no quedaron dudas de que se merecía ese dorsal que tanto se le había resistido.
TEST DE MADUREZ
La competición oficial también ha puesto a prueba la madurez de Fabián. Titular en el estreno en el Camp Nou, de repente desapareció y no jugó nada de nada en las tres siguientes jornadas. Regresó en el Bernabéu, donde ofreció una actuación tan buena que desde entonces apenas ha faltado a un solo partido, el de Las Palmas, y se debió a unas molestias en el tendón de Aquiles. En cuanto se recuperó, cuajó otro notable encuentro ante el Atlético que confirmó con una exhibición en La Rosaleda... y otra en el derbi.
De Fabián habló ayer Lorenzo Serra Ferrer, por supuesto en un tono elogioso: «Va al alza. Me alegro muchísimo porque siempre va acompañado de valores como la humildad o el respeto, pero también la tenacidad. No se conforma. Antes de jugar en el Bernabéu era un jugador y de allí salió otro jugador, con más autoestima y confianza en lo que es capaz de hacer. Y en este partido dificilísimo [el derbi] o el del Atlético también estuvo a una altura muy brillante. Va creciendo cada día más».