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El Betis colapsa en el Villamarín

Los verdiblancos llevan 3 puntos de 15 en sus cinco últimas comparecencias en su feudo. Los fallos en defensa y la falta de puntería merman a los de Víctor, que aprovechan una mínima parte de las ocasiones que crean en el área rival y pagan casi cada fallo que cometen en la suya

05 mar 2017 / 09:00 h - Actualizado: 05 mar 2017 / 21:41 h.
"Real Betis","Víctor Sánchez del Amo"
  • Pezzella es superado en el salto por Bautista y Raúl Navas durante el Betis-Real Sociedad del viernes / Manuel Gómez
    Pezzella es superado en el salto por Bautista y Raúl Navas durante el Betis-Real Sociedad del viernes / Manuel Gómez

La Palmera no está colapsada, pero el Betis en La Palmera, sí. El atasco es evidente desde hace un tiempo y sus dificultades para puntuar donde más facilidades debería tener dejan en un lejano recuerdo el excelente rendimiento que Víctor Sánchez del Amo obtuvo de su equipo en las primeras citas delante de su afición. Aquello es historia. El presente es una serie de cinco comparecencias sin una sola victoria, con un raquítico balance de 3 puntos de 15 posibles que son el fruto de tres empates (Sporting, Barcelona y Valencia) y dos derrotas (Sevilla y Real Sociedad). El Betis no gana en su campo desde el 8 de enero: 2-0 al Leganés. Esa cuesta abajo tiene raíces defensivas y ofensivas. Por resumirlo de algún modo, los verdiblancos convierten en gol una mínima parte de las ocasiones que crean en el área rival y, en cambio, pagan muy caro casi cada fallo que cometen en la suya.

Como Víctor sustentó la resurrección del Betis sobre la seguridad defensiva, habrá que empezar por ahí. Su puesta en escena fue impecable, con apenas cuatro goles en contra en siete partidos, incluido el borrón del Celta (3-3). Ese duelo se pareció al del viernes, por cierto. Después, el Betis recibió un tanto (obra de Luis Suárez en el 90’) en sus cuatro siguientes compromisos caseros. En total, ni Las Palmas (2-0), ni el Athletic (1-0), ni el Leganés (2-0), ni el Sporting (0-0) ni el Valencia (0-0) hicieron daño a Adán. Parecía que Víctor había enmendado la rémora, pero...

No hay una teoría que explique el empobrecimiento defensivo del Betis en su feudo en las dos últimas citas, aunque en esta fase es patente el problema de la zaga con los balones aéreos: así marcó el Sevilla sus dos tantos y así marcó la Real dos de sus tres dianas (el 0-1 de Bautista, tras romper el fuera de juego con un centro por alto, y el 2-3, un centro lateral que Tosca midió mal en beneficio de Xabi Prieto).

La otra pata de la crisis del Betis en su campo, quizá la más determinante, es su desacierto ofensivo. Una paradoja: el empeoramiento defensivo ha resurgido al mismo tiempo que ha crecido la producción atacante. La producción, que no la puntería. En teoría, el conjunto de Víctor presenta un dibujo muy defensivo, pero en la práctica es más ofensivo de lo que parece porque los laterales son interiores y casi siempre juegan dos delanteros. Y el caso es que está creando muchas ocasiones, a pesar de sus múltiples problemas para hacer un buen fútbol, pero desperdicia la mayoría.

Hay casos flagrantes, como el día del Barcelona, cuando Rubén Castro no aprovechó un mano a mano con Ter Stegen, aunque el dato más sangrante es que el Betis lanzó 17 remates. O el día del Valencia, cuando Álex Alegría chutó flojo y mal con Alves fuera de lugar tras una pésima salida ante Rubén, quien a su vez protagonizó otro intento muy mejorable, a bocajarro, tras una falta de Durmisi. O el derbi, en el que el Betis sólo obtuvo un gol de rédito a su extraordinaria primera mitad. O la noche de la Real, cuando Sanabria marcó después de no estar fino en cuatro ocasiones anteriores. Son algunos ejemplos. ¿Explicaciones? La sequía de Rubén influye muchísimo. La falta de calidad en todo lo que no haga Dani Ceballos, también.