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El Betis de Setién todavía no tiene término medio

El equipo verdiblanco parecía camino de un cierto equilibrio en su fútbol, pero la moderación ha vuelto a desaparecer. Presenta el tercer mejor ataque de toda la Liga, pero también tiene la cuarta portería más goleada

05 nov 2017 / 07:00 h - Actualizado: 05 nov 2017 / 18:09 h.
"Real Betis","Quique Setién"
  • Dos imágenes del Betis-Getafe: Boudebouz tras el 2-2 y Sergio León tras una ocasión fallada / Manuel Gómez
    Dos imágenes del Betis-Getafe: Boudebouz tras el 2-2 y Sergio León tras una ocasión fallada / Manuel Gómez

El Betis de Quique Setién no se llevaría nada bien con Aristóteles. No hay más que recordar su famosa teoría de que la virtud está en «una especie de término intermedio entre el exceso y el defecto, entre lo más y lo menos». Así lo explicó el filósofo griego del siglo IV antes de Cristo, cuando obviamente no existía el fútbol ni casi nada que se le pareciese. 2.400 años más tarde, el equipo verdiblanco es incapaz de hallar ese término medio. Resulta un conjunto virtuoso en muchos aspectos, pero en otros tantos aún resulta defectuoso. Y de esa extraña mezcla nacen partidos como el 4-4 de Anoeta, el 3-6 del Valencia o, como última muestra, el 2-2 de Getafe, en el que el Betis lo hizo tan mal que concedió dos goles de ventaja a su rival y se mereció encajar alguno que otro más... y después lo hizo tan bien que igualó el marcador y estuvo a punto de remontarlo por completo.

El extremismo del Betis es una constante desde el indefinible encuentro contra la Real Sociedad, aunque esa delgada línea que separa lo muy bueno de lo muy malo ya había aparecido fugazmente en la visita al Real Madrid, en la que el vigente campeón de Liga falló todo lo fallable y algo más; o las cuatro dianas que le marcó al Levante en medio partido después de una primera mitad más bien plana. A partir de Anoeta, el Betis es una especie de equilibrista sobre un cable tan fino que cualquier desenlace es posible: los ocho goles de ese partido en Donosti en el que ningún equipo estuvo por delante más de diez minutos, los seis tantos que le metió el Valencia una semana después, los tres con que rozó una remontada imposible en seis minutos, las tres ocasiones consecutivas del Getafe en tres minutos con 0-2 en el marcador... Y daba la impresión de que el show se había moderado tras los diez goles que encajó y los siete que marcó ante la Real y el Valencia y que el Betis por fin se había concienciado de lo importante que es defender, pero entonces llegó el Getafe... y vuelta a empezar.

CONTRASTE DE MARCAS

El caso es que el Betis presenta ahora mismo su tercera mejor marca goleadora de su historia en Primera División (21, detrás de los 25 de la 58-59 y los 22 de la 34-35), pero también la tercera peor marca defensiva (20, sólo menos que los 22 de la pasada campaña y los 21 que llevaba en la 79-80). Los heliopolitanos cosechan cerca de dos goles por jornada (1,9), pero obviamente casi promedian los mismos tantos en contra (1,8).

Tampoco hace falta acudir a las 52 ediciones de la Liga en que ha estado el Betis para ilustrar esta ruleta rusa que está siendo el grupo de Setién. Basta con contextualizarlo en el actual campeonato. Si el Real Madrid (19) o el Celta (19) no marcan hoy más de dos goles frente a la UD Las Palmas y el Athletic, respectivamente, el Betis tiene la tercera marca ofensiva de la Liga (21 dianas a favor), empatado con la Real Sociedad y sólo detrás del Valencia (30) y el Barcelona (30). Pero al mismo tiempo también presenta el cuarto peor registro defensivo del campeonato (20 goles en contra), igualado con la propia Real y el Deportivo y sólo delante de Las Palmas (25), Eibar (22) y Málaga (21), todos ellos pendientes de jugar hoy.