El Betis es menos Betis a cámara lenta (1-0)

LA CRÓNICA. El equipo de Setién ofrece su peor cara y cae por culpa de un solitario gol de Gerard. Hubo fuera de juego, pero no es excusa para la mala actuación de los verdiblancos, que sólo crearon un par de ocasiones en todo el encuentro

30 oct 2017 / 23:15 h - Actualizado: 31 oct 2017 / 11:59 h.
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  • Aarón despeja en plancha delante de Sergio León, que fue suplente y sólo tuvo media hora / Alejandro García (Efe)
    Aarón despeja en plancha delante de Sergio León, que fue suplente y sólo tuvo media hora / Alejandro García (Efe)

El Betis de Quique Setién está llevando la contraria a varios años de mediocridad en Heliópolis, eso es innegable, pero no pudo contrarrestar la maldición del nuevo campo del Espanyol, un escenario del que el conjunto verdiblanco está habituado a salir con la decepción en el rostro y el equipaje vacío de puntos. El partido fue tan malo que un empate a nadie habría alarmado, pero una mala jugada defensiva de Joaquín y Mandi y el desatino del asistente, que no vio el fuera de juego de Gerard, lo inclinaron del lado local. El Betis, lento y plano, horizontal y previsible, se queda octavo.

El encuentro, como suele decirse en circunstancias así, no pasará a la historia del fútbol. En la primera parte, por ejemplo, hubo dos ocasiones para el Espanyol y una para el Betis, un magnífico zurdazo de Fabián a toda la cruceta. Y poco más. O nada más. El equipo verdiblanco no supo salir de la adelantadísima presión de su rival al principio y tampoco supo qué hacer con el balón cuando su adversario prefirió encerrarse. Sin Guardado, casi sin Joaquín, con Fabián errático, el Betis jamás imprimió al juego la velocidad necesaria para sacar el encuentro de la monotonía en que por momentos se sumió. Y aun así optó a puntuar, pero no podía irse de un campo gafe sin cometer su clásico error defensivo, claro.

Lejos del frenesí de otras jornadas, al menos por parte bética, el partido fue un monumento a la sosería. Un dato: desde un chut de Guardado sin peligro en el minuto 21 al descanso sólo hubo lugar para dormir o aficionarse a otro deporte en el RCDE Stadium, porque no pasó nada. Y antes tampoco es que fuese un homenaje al fútbol. El Espanyol se atrevió a defender los saques de Adán en la frontal de su área, pero si el Betis conseguía sobrepasar esa zona, inmediatamente se replegaba en su campo para vivir de algún robo o imprecisión y así practicar el contragolpe. En todo caso, estuvo mejor que la escuadra de Setién, mentalmente lejos del choque, y dispuso de un zurdazo de Mario Hermoso desde su casa que Adán despejó bajo el larguero y un trallazo desviado de Baptistao.

Traspasado ese lapsus, el Betis reaccionó con una muy buena jugada colectiva que culminó Fabián con ese remate a la confluencia del larguero con el poste. Fue el único indicio de ese Betis que ha ilusionado a su afición a base de jugar bien o muy bien al fútbol. Luego recuperó otra de sus señas de identidad, la poca fiabilidad en el balón parado a favor del rival, y Adán tuvo que repeler un cabezazo de Gerard en un saque de esquina. Dos minutos después se produjo ese intento de Guardado... y bastante hemos hecho ya en esta primera mitad, debieron de pensar los dos contendientes. Fue casi media hora de respeto e incapacidad mutuas para generar algo de peligro en la portería rival.

La segunda parte no mejoró el horizonte verdiblanco, aunque diese otra impresión después de que Joaquín pisara el área periquita por primera vez en todo el partido. Poco después, Adán se anticipó a Baptistao en un balón en largo que superó a los centrales y Barragán cambió de velocidad para largar un zurdazo que desvió Pau López. Ese ida y vuelta inicial se saldó de la peor manera posible para el Betis, que de rozar el 0-1 pasó a verse con el 1-0 en una mala cobertura defensiva de Joaquín que corroboró Mandi con un mal marcaje a Gerard, que a su vez remató a bote pronto antes de que Amat tuviese alguna posibilidad de molestarle. Para más inri, el delantero estaba en fuera de juego. Por centímetros, pero lo estaba.

El encuentro ya exigía otro Betis, pero no lo encontró. Setién recurrió a Sergio León (Sanabria se marchó sin haber disfrutado de un solo balón en condiciones) y Boudebouz, y más tarde a Campbell, pero el ritmo de sus hombres era tan, tan cansino... Y su fútbol era tan, tan lento... Y todo lo que hacían era tan, tan previsible... El Espanyol no tuvo ningún problema para escoltar a su portero, que sólo tuvo un incidente digno de mención, y fue muy al final, en el 86’: un buen pase de Mandi a Sergio León y un remate cruzado que el meta atrapó con una magnífica estirada. De hecho, las ocasiones fueron más habituales en el otro lado del campo: un chut de David López que se marchó fuera, un centro desde la derecha al que no llegó Baptistao por poco, otro remate peligroso de Jurado... No jugó bien el Betis y no lo hizo mucho mejor el Espanyol, pero así suelen ser las visitas verdiblancas al campo perico de un tiempo a esta parte. Malas y sin recompensa.

RCD ESPANYOL: Pau López; Víctor Sánchez, David López, Mario Hermoso, Aarón; Darder (Diop, m. 85), Javi Fuego; Baptistao, Jurado (Melendo, m. 78), Piatti (Sergio García, m. 66); y Gerard.

REAL BETIS: Adán; Barragán, Mandi, Amat, Tosca; Javi García; Nahuel (Campbell, m. 76), Fabián (Boudebouz, m. 69), Guardado, Joaquín; y Sanabria (Sergio León, m. 62).

Gol: 1-0, m. 54: Gerard.

Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité Gallego). Amonestó a Barragán (3’), Quique Setién (45’), Amat (50’), Víctor Sánchez (69’), David López (71’), Nahuel (76’), Joaquín (81’) y Guardado (88’).

Incidencias: partido de la 10ª jornada de Liga, disputado en el RCDE Stadium ante unos 17.000 espectadores.