Menú

El Betis es pura felicidad cuando sale de casa (0-1)

El delantero canario se convierte en el primer jugador en la historia del Betis que marca en cinco partidos consecutivos fuera de casa en Primera. Buen partido de los dos pivotes y Dani Ceballos. El Levante tiró tres veces a la madera.

27 nov 2015 / 22:20 h - Actualizado: 28 nov 2015 / 17:22 h.
"Real Betis","Rubén Castro"
  • Rubén Castro celebra el gol de la victoria. Ya lleva ocho tantos esta temporada / EFE
    Rubén Castro celebra el gol de la victoria. Ya lleva ocho tantos esta temporada / EFE

El Betis sigue siendo fiel a esa extraña irregularidad que le lleva a ser un don nadie en el Villamarín y el rey del mambo cuando sale de casa. De alguna manera es hasta regular, porque respeta la irregularidad a rajatabla, y de esa doble cara obtiene más beneficio que perjuicio. La prueba es que disfrutará de un plácido fin de semana que comienza a dos puntos de Europa y ocho del descenso tras lograr ante el Levante su cuarto triunfo en siete desplazamientos, que no está nada, nada mal. Hay tres claves para esa victoria. La primera es Rubén Castro, que marcó a los cuatro minutos. La segunda, la suerte: el Levante lanzó tres remates a los palos, uno de ellos con el delantero a cinco metros de la portería vacía. Y la tercera, el orden y la solidaridad defensiva, sobre todo en la segunda parte. No fue un Betis brillante, para nada, pero sí sólido, justo lo que necesitaba para rehacerse de la derrota ante el Atlético y convertir las críticas en alabanzas... otra vez.

Mel diseñó un Betis con Adán en la meta y Petros junto a N’Diaye para que Dani Ceballos se moviese entre ellos y la línea de ataque. El esquema no parecía mucho más ofensivo de lo habitual, pero el Levante se ocultó en su mitad de campo y el control, por tanto, empezó de color verdiblanco. El fruto llegó pronto. El Betis invirtió una de sus peores costumbres, encajar goles a las primeras de cambio, y marcó por medio de Rubén, que se entendió con Joaquín en un córner y entra en la historia del Betis por otra puerta: es el primero que marca en cinco encuentros consecutivos fuera de casa en Primera.

El 0-1 modificó la fisonomía del choque. El equipo de Mel se agazapó en su parcela y cedió el control al Levante, aunque en ese primer viraje quedó claro que su sistema defensivo era muy mejorable, ya que su enemigo estuvo a punto de reequilibrar la batalla en un plis plas. Bruno, en su única desaplicación de toda la noche, regaló medio gol a Verza, que remató al poste, y en el rechazo, sin portero ni nadie entre los tres palos, Deyverson envió el balón al larguero.

El partido, al menos hasta el descanso, careció de control y por momentos fue un correcalles, como si fuese el minuto 85. El Betis, para ser sinceros, pudo tapar mejor los huecos que llevaban a su área, aunque el Levante se cegaba cada vez que llegaba hasta allí. También pudo explotar con más acierto la adelantadísima defensa granota, pero sólo Dani Ceballos, muy activo y efectivo desde la izquierda, halló una línea de pase hacia Rubén, que no pudo con su tocayo en la meta rival. Después, Joaquín casi convirtió el 0-2 con una bonita vaselina.

El fútbol verdiblanco no generó mucho más de ahí al descanso... y tampoco de ahí al final. Aun así, el Betis rozó el 0-2 en un buen derechazo de Rubén que repelió el meta anfitrión (57’) y un zurdazo de Varela que corrió la misma suerte (65’). Lo importante para sus intereses es que la segunda parte fue mucho menos dinámica, quizá porque ajustó su entramado de contención y redujo el peligro del Levante a dos episodios: el referido remate de Deyverson al larguero (54’) y un chut de Camarasa cuando empezaba la prolongación. Bruno y N’Diaye, sin olvidar a Petros, fueron fundamentales en esa labor oscura pero valiosísima de reducir los espacios casi a la nada.

El Betis jugó el último cuarto de hora con uno menos por la injusta expulsión de Westermann, pero manejó bien los tiempos pese a la evidente fatiga. Su contrincante ya no halló la forma de llegar a Adán y Jekyll, en resumen, volvió a suceder a Hyde. Sólo falta que el Betis bueno no vuelva a transformarse en el Betis malo cuando regrese a casa...

LEVANTE UD: Rubén; Pedro López, David Navarro, Feddal, Toño; Camarasa, Simao, Verza (Ghilas, m. 74); Morales, Rubén García (Víctor Casadesús, m. 59) y Deyverson (Roger, m. 68).

REAL BETIS: Adán; Piccini, Bruno, Westermann, Varela; N’Diaye, Petros; Joaquín (Molinero, m. 92), Dani Ceballos (Jordi, m. 83), Cejudo (Van der Vaart, m. 74); y Rubén Castro.

Gol: 0-1, m. 3: Rubén Castro.

Árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano). Expulsó a Westermann por doble amarilla (47’ y 79’) y al local Juanfran por protestar desde el banquillo (81’). Amonestó a Deyverson (13’), Cejudo (13’), N’Diaye (37’), Verza (44’), Feddal (65’), Roger (71’), Pedro López (78’), Varela (79’) y Adán (92’).

Incidencias: partido de la 13ª jornada de Liga, disputado en el estadio Ciudad de Valencia.