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El Betis es un calvario (4-1)

LA CRÓNICA. Nueva debacle del equipo de Víctor, goleado por Las Palmas en un partido marcado por el error defensivo de siempre y tres decisiones arbitrales en contra. El colegiado es un atenuante pero no una excusa: los verdiblancos han vuelto a perder el norte

09 abr 2017 / 20:36 h - Actualizado: 10 abr 2017 / 09:17 h.
"Real Betis","Víctor Sánchez del Amo"
  • Álex Alegría intenta hacer algo entre Lemos y Vicente Gómez / Efe
    Álex Alegría intenta hacer algo entre Lemos y Vicente Gómez / Efe

El Betis sufrió en Las Palmas su tercera derrota consecutiva desde su último triunfo, ante Osasuna en el Villamarín. Visto lo visto, que el Betis gane un partido es excepcional. Lo normal es que meta la pata y vuelva a meterla y vuelva a meterla... y así hasta Dios sabe cuándo, porque está por ver que haya tocado fondo y que alguien sea capaz de evitar la repetición de ridículos de esta envergadura. Lo aconsejable era que el 4-1 de Granada hubiese sido un punto de inflexión, pero no es así. En un Domingo de Ramos para olvidar, el conjunto verdiblanco fue goleado por un rival que jugó a un ritmo más propio de Sudamérica que de la Liga española. Como ese equipo que por lo visto compite y va por el buen camino (Víctor dixit) es sin embargo tan fácil de batir, los canarios sólo necesitaron el inevitable error defensivo del Betis y el también casi inevitable favor arbitral. Si el Betis estuvo horrible, Sánchez Martínez estuvo peor: anuló un gol a Rubén Castro por un fuera de juego muy dudoso, no pitó un fuera de juego clarísimo en el 2-0 y tampoco vio unas manos igual de diáfanas de Lemos en su área. El colegiado es un atenuante, no una excusa. El Betis de Víctor ha vuelto a perder el norte y la conclusión es triste e irrefutable: su futuro está en manos del Sporting y el Granada. Como a alguno le dé por ganar un par de encuentros, el calvario puede tornar en catástrofe.

La puesta en escena del Betis fue correcta y ambiciosa, con un notable caudal ofensivo por ambas bandas y un remate de Álex Martínez que repelió Lizoain ya en el primer minuto. A los diez se invirtió la dirección y el control pasó a ser de los locales durante otro cuarto de hora, aunque la única intervención de Adán, decisiva, fue en un mano a mano con Prince tras una pérdida de Pezzella. El gol anulado a Rubén Castro por previo fuera de juego de Álex Martínez, como mínimo muy dudoso, devolvió el duelo a su escenografía inicial, con un Betis mejor, siempre al ritmo de Dani Ceballos aunque con escasez de alegrías ofensivas. Pero claro, no podía faltar la clásica y endémica desaplicación del Betis. Las Palmas le había ofrecido la suya (dejó solo a Alegría en un pase de Ceballos) y no la había aprovechado, pero si eso ocurre cerca de Adán, la historia es muy diferente. A dos minutos del intermedio, Mandi despejó una falta, el balón regresó al área tras dos cabezazos (ninguno con presencia de alguien de verde) y el argelino, aún desequilibrado, perdió la marca de Vicente Gómez, que anduvo más rápido que Adán. Como en el derbi. Como en otros tantos partidos...

Su frecuente incompetencia en este tipo de jugadas hundió al Betis en un socavón que se hizo más hondo al volver del vestuario. A los cuatro minutos, el mismo asistente que había imaginado ese fuera de juego de Álex Martínez no se dio cuenta de que Prince recibía un pase de Jesé un metro más adelantado que el último defensa, así que le dejó plantarse solo ante Adán y marcar. Cuatro minutos después, Lemos despejó con la mano un centro lateral y el otro asistente tampoco lo advirtió.

En un visto y no visto, el árbitro y sus ayudantes habían colocado una losa insuperable sobre el Betis. Como conjunto poco fiable que es, nadie ni en sus filas ni en su banquillo pudo levantar ese enorme peso en contra y el conjunto verdiblanco desapareció del partido. En verdad asumió el control porque su oponente, en vista de lo poco que le estaba costando ganar el encuentro, se replegó en su parcela, pero cada vez que cruzaba el círculo central era un calvario para Víctor y sus hombres. En su siguiente acercamiento a Adán, Jonathan Viera recogió un balón en la frontal y empezó a sortear zagueros como si fuesen muñecos de futbolín. 3-0. Faltaba media hora, pero la noche ya era oficialmente un suplicio para el Betis. Cuando volvió a mirar más allá del centro, Las Palmas halló el enésimo agujero defensivo del Betis y Pezzella hizo penalti a Jesé. 4-0. Al final marcó Rafa Navarro, pero decir que fue el gol del honor sería mentir, porque la temporada del Betis es una auténtica deshonra.

UD LAS PALMAS: Lizoain; Michel, Lemos, Bigas (David García, m. 74), Dani Castellano; Roque Mesa, Vicente Gómez; Jonathan Viera (Mateo García, m. 67), Tana, Jesé; y Prince (Livaja, m. 77).

REAL BETIS: Adán; Rafa Navarro, Mandi, Pezzella, Tosca, Álex Martínez; Petros (Joaquín, m. 54), Rubén Pardo (Jonas Martin, m. 62), Dani Ceballos; Rubén Castro y Álex Alegría (Sanabria, m. 70).

Goles: 1-0, m. 43: Vicente Gómez. 2-0, m. 49: Prince. 3-0, m. 61: Jonathan Viera. 4-0, m. 82: Jesé, de penalti. 4-1, m. 88: Rafa Navarro.

Árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano). Amonestó a Prince (29’), Lemos (30’), Vicente Gómez (37’), Tosca (58’), Mandi (64’), Pezzella (74’) y Rafa Navarro (92’).

Incidencias: partido correspondiente a la 31ª jornada, disputado en el Estadio Gran Canaria.