El Real Betis regresa este domingo a los entrenamientos tras recobrar fuerzas en la semana de descanso que el técnico Quique Setién concedió a su plantilla por el parón de Navidad y dispuesto a asentarse en la zona alta en un mes de enero con un cargado calendario de partidos, tanto de Liga como de Copa.
El equipo bético, sexto en LaLiga Santander con 26 puntos y a solo tres del Madrid, que ocupa la cuarta plaza que daría derecho a la Liga de Campeones y precisamente visitará mediado enero el Benito Villamarín, está citado a las seis de la tarde en su estadio para su última sesión de trabajo de 2018, que será a puerta abierta.
Para este primer entrenamiento tras las Navidades, el club del barrio de Heliópolis abrirá la grada de Fondo del Villamarín a sus aficionados, con lo que se prevé una multitudinaria asistencia de público, con varios miles de seguidores verdiblancos, para ver las evoluciones de sus jugadores a la vuelta de las vacaciones.
El Betis cerró el año con un empate a uno en casa contra el Eibar y lleva siete encuentros invicto (cinco victorias y dos empates) entre la competición liguera, la Liga Europa y la Copa del Rey, y en 2019 abrirá su calendario de competición el sábado 5 de enero en El Alcoraz frente al Huesca, colista de Primera División.
Luego recibirá en su estadio a la Real Sociedad, el jueves 10 en la ida de los octavos del torneo copero, y al Real Madrid el domingo 13, en la Liga, antes de visitar a mediados de la siguiente semana San Sebastián en la vuelta de una eliminatoria que determinará si juega seis u ocho partidos este mes, dependiendo de si pasa o no a los cuartos de final.
Al conjunto bético le esperan también este mes dos encuentros de Liga, uno en casa frente al Girona (19 o 20 de enero) y otro fuera en el estadio del Athletic Club de Bilbao (26 o 27), aunque podrían ser dos más si elimina a la Real Sociedad en la Copa y disputa los cuartos, fijados para el 23-24 y el 30-31 de enero.
Setién está pendiente de la evolución de las lesiones del central brasileño Sidnei da Silva, que sufrió ante el Eibar una luxación de hombro y estará varias semanas inmovilizado; y del medio mexicano Andrés Guardado y del lateral hispano-dominicano Júnior Firpo, quienes esperan no perderse demasiados partidos en el inicio de 2019.
El mexicano se recupera de una rotura en el isquiotibial izquierdo y será el primero en reaparecer, ante el Huesca o un poco más adelante, y Junior se lesionó hace dos semanas en el campo del Espanyol con una rotura en el recto del muslo derecho y entonces se estimó que necesitaría cuatro semanas para estar disponible.