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Ángel Haro, Gustavo Poyet y Miguel Torrecilla, durante la presentación del técnico uruguayo.
El Betis volverá este verano a ser un club protagonista en el mercado de fichajes como hace años que no ocurría. Miguel Torrecilla anunció en torno a diez nuevas incorporaciones y tanto Ángel Haro como José Miguel López Catalán han confirmado que la partida destinada a al primer equipo será la más importante de los últimos años, pues pondrán a disposición del director deportivo más de 50 millones de euros para fichas, traspasos, rescisiones y todos los gastos relacionados con jugadores y técnicos, incluidos los de la propia dirección deportiva. Ayer sábado ya se hizo oficial el primer fichaje para el próximo curso, se trata del lateral internacional danés Riza Durmisi, por el que el Betis desembolsará dos millones de euros y al que fijará una cláusula de rescisión de 20.
El verano pasado el Betis gastó cerca de 9 millones de euros en traspasos –varios ya comprometidos– y este invertirá el doble o más, aunque en algún caso tenga que recurrir al apoyo financiero de fondos de inversión o se haga en propiedad solo con parte del pase de los futbolistas que vaya a fichar, como ya ocurrió con Pezzella o Petros la pasada campaña.
El fichaje de Pezzella, por el que el Betis pagó al contado 2,25 millones de euros por el 50% del pase a River Plate (hay pactados otros 250.000 por objetivos), es el más costoso de los realizados por el club verdiblanco en los últimos años, aunque este verano parece seguro que esas cantidades se van a superar con creces, pues se quiere apostar fuerte al menos por un delantero y un centrocampista de garantías como fichajes estrella, que requerirán una considerable inversión.
La cesión de Leo Baptistao, que llegó en enero de 2014 para tratar de lograr la permanencia, costó al Betis más de dos millones de euros por cinco meses, aunque no sirvió de gran cosa, como la de Damiao el pasado enero, con un costo superior al millón de euros. En ese mismo mercado invernal, por el contrario, también llegaron en enero de 2014 el meta Adán –libre– y N’Diaye, que han dado un gran rendimiento. Por el francosenegalés, tras renegociar su cláusula, el Betis pagó 1,5 millones de euros en el verano de 2014, con el equipo en Segunda, y ya ha recibido ofertas que multiplican esa inversión, por lo que podría ser traspasado este verano si alguna se concreta.
Un año antes, en 2013, el fichaje más caro de los que acometió el Betis fue el de Xavi Torres, por quien pagó 1,5 millones de euros al Getafe (Lolo Reyes vino por 0,9, Chuli por 0,6 y Jordi Figueras por 0,3).
En 2012, el fichaje más caro del Betis fue el de Nosa Igiebor (1,10 millones) y también llegaron traspasados Perquis (0,75) y Agra (0,3). En 2011, tras el ascenso, la mayor inversión bética se hizo en el traspaso de Matilla (1,35 millones) y por Amaya tuvo que pagar 285.000 euros al Wigan.
En 2010, el verano que Lopera vendió sus acciones a Oliver y luego el club fue intervenido, el Betis se hizo con los servicios de Jorge Molina (2,4 millones) y Rubén Castro (1,7), aunque solo abonó el primer pagaré a Elche y Deportivo en ambos casos, 400.000 y 295.000 euros, respectivamente, según recoge la reciente sentencia de culpabilidad del concurso de acreedores, con lo que dejó de pagar 3,5 millones. Por Salva Sevilla acordó pagar 236.000 euros al Córdoba, pero solo pagó 118.000 y el resto fue al concurso, con un quita del 50%.
Unos meses antes, en enero de 2010, para tratar de ayudar al ascenso, el Betis se hizo con los servicios de Jonathan Pereira por más de 2,5 millones de euros.
La ruinosa 2008/09
La última gran inversión en fichajes la realizó el Betis en la temporada 2008/09, cuando se gastó más de 34 millones de euros en traspasos que no evitaron su descenso a Segunda y un grandísimo endeudamiento, pues eso de que Lopera ‘pagaba’ los fichajes de su dinero es un bulo que durante años se tragaron algunos y aún los hay que se lo siguen creyendo. Por Sergio García y Ricardo Oliveira pagó 19 millones de euros el Betis al Zaragoza (10+9), 7 millones al Toulouse por Emaná, 6 al Benfica por Nelson y 1,5 al Levante por Juanma. Ese verano, Lopera vendió a Sobis al Al-Jazira por 10,5 millones. En el verano de 2006, hará pronto diez años, había traspasado a Joaquín al Valencia por 25 millones –el traspaso más caro de la historia del Betis– y a Oliveira al Milan por 15 millones más el pase de Vogel (valorado en 4,5).
En asunto de fichajes, más que la cantidad de dinero gastado, lo realmente importante es la calidad de estos y el acierto en los mismos. Una buena inversión te puede conducir al éxito deportivo y una mala, a la ruina.