El momento de la reacción final

El Betis, aún sin fichajes y con las ausencias de Joaquín, Mandi y Felipe Gutiérrez, recibe al Leganés. Apuesta por el 1-4-4-2

08 ene 2017 / 09:43 h - Actualizado: 08 ene 2017 / 15:06 h.
"Real Betis"
  • Rubén Castro golpea el esférico en el entrenamiento de ayer.
    Rubén Castro golpea el esférico en el entrenamiento de ayer.
  • Víctor Sánchez observa con detalle la sesión. / Jesús Barrera
    Víctor Sánchez observa con detalle la sesión. / Jesús Barrera

Sin rostros nuevos y con el firme propósito de revertir la inercia negativa del último hálito de vida de 2016, un año despedido en Riazor con la prematura eliminación de la Copa del Rey. El Real Betis de Víctor Sánchez del Amo retorna a la Liga con la premisa de comprimir la desventaja sobre el décimo, el objetivo trazado en las oficinas del Benito Villamarín y grabado a fuego en el vestuario. La tropa de Heliópolis recibirá en el Benito Villamarín al Leganés, un recién ascendido que se ha adaptado con versatilidad a las exigencias del guión de Primera División.

El técnico anfitrión ha insistido durante la semana en la necesidad de recobrar la fe y la sonrisa en La Palmera, allí donde urge una reacción convincente para virar el mensaje del miedo a la ambición. Joaquín y Felipe Gutiérrez, lesionados, y Aïssa Mandi, en la Copa de África, figuran en la lista de bajas de un plantel que este domingo despertará sin la lista de convocados en la pizarra. Víctor Sánchez del Amo pretende apelar al factor sorpresa y ocultará hasta última hora que sopesa disponer un 1-4-4-2. Sin la velocidad de Joaquín y con Donk totalmente recuperado, el técnico madrileño podría sacrificar a José Carlos para ofrecer un 1-4-4-2 con Donk y Petros en la medular y Ceballos escorado al carril siniestro para generar peligro entre líneas.

Adán inaugurará 2017 con el rol con el que despidió 2016 en Liga, el dorsal de titular. Piccini y Durmisi son fijos en los laterales, mientras que la responsabilidad en la zaga, de la que se ausentará Aïssa Mandi, será para Pezzella y Bruno. Con Donk y Petros en el doble pivote y Ceballos disfrazado de falso interior zurdo, el carril diestro será para el pontanés Álvaro Cejudo. En ataque, la pareja de artilleros será integrada por Toni Sanabria y Rubén Castro, el llanero solitario que nunca decepciona.

El Lega de Asier Garitano, un novato que se ha adaptado a la jungla con machete y desconfianza, se presentará con las ausencias del sancionado Iago Herrerín, expulsado en el último compromiso del certamen de la regularidad, y de los lesionados Serantes, Diego Rico, Rober Ibáñez, Szymanowski y Koné. El cuadro de Madrid Sur, retado a ras de césped para demostrar la valía de sus seductores carteles publicitarios, aterrizará en el Benito Villamarín con sus dos últimos fichajes, el guardameta argentino Nereo Champagne y el central internacional griego Dimitrios Siovas, en la citación.

Un combo de motivaciones para que el Betis, con la necesidad como infatigable compañera de viaje, firme el punto de inflexión que exige Víctor Sánchez. El de 2017. ¿El inicio del despegue?