El mundo al revés en el Betis

Los cinco últimos goles llevan la firma de fichajes del pasado verano. Y mientras tanto, Rubén Castro está a sólo 75 minutos de establecer su peor sequía liguera como verdiblanco

06 mar 2017 / 09:00 h - Actualizado: 06 mar 2017 / 23:52 h.
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  • Mandi celebra su gol ante la Real Sociedad junto a Rubén Castro, que lleva siete jornadas sin marcar / Manuel Gómez
    Mandi celebra su gol ante la Real Sociedad junto a Rubén Castro, que lleva siete jornadas sin marcar / Manuel Gómez

La Liga es el campeonato de la regularidad, pero el Betis se merece cualquier adjetivo menos ese mismo, regular. El pero es aplicable a su rendimiento, que oscila de un magnífico partido ante el Barcelona o una excelente primera parte en el derbi a su desaparición en Granada o en la segunda mitad contra el Sevilla. Y también a sus goles. Por ejemplo, Rubén Castro logró cuatro en las tres primeras jornadas, luego estuvo diez partidos en blanco, a continuación volvió a conseguir cuatro tantos en otros tantos encuentros y desde entonces ha perdido de nuevo el olfato. ¿Y qué ha pasado en su ausencia? Pues que los fichajes del último verano, después de aportar poco o nada durante más de veinte jornadas, son los únicos que han visto portería en las tres últimas. El dato no justifica ni compensa su poco peso específico ni, sobre todo, el nulo salto de calidad que la inmensa mayoría han supuesto para el Betis, pero ahí queda.

El caso es que en seis días, los que transcurrieron desde la visita a Málaga al partido contra la Real Sociedad, el Betis ha marcado cinco tantos y todos han llevado la firma de un fichaje: Durmisi anotó el 1-0 contra el Sevilla; Jonas Martin y Sanabria dieron la victoria a su equipo en La Rosaleda; y Mandi y Sanabria hicieron los insuficientes goles de la derrota frente a la Real.

Esta llamativa racha ha incrementado la ayuda de los fichajes de forma notable. Antes de Málaga, sus goles representaban el 13% del total del equipo, ya que apenas habían sido tres: el de Felipe Gutiérrez en el triunfo en El Sadar (1-2), en la 9ª jornada; el de Mandi en el 2-0 a Las Palmas (12ª); y el primero de Sanabria, contra el Celta (14ª). En sólo una semana, ese porcentaje ha subido al 29%. En esta estadística no computan las tres dianas de Álex Alegría, que ya pertenecía al Betis pero fue cedido al Numancia, con lo que no es un fichaje en el estricto sentido de la palabra.

La inercia goleadora de los nuevos contrasta con la segunda gran crisis de Rubén Castro, que no ve puerta desde el 8 de enero, el día del último triunfo verdiblanco en casa (2-0 al Leganés). El canario obtuvo el 1-0 en el 51’ y a continuación ha empalmado siete partidos consecutivos sin marcar (en Málaga no jugó). En total, 669 minutos. Es su cuarta sequía liguera más larga desde que juega en el Betis y en Riazor puede convertirse en el nuevo récord negativo del pichichi. A día de hoy, su tope más negro son los 743 minutos que estuvo en blanco durante la pasada campaña (jornadas 13ª-22ª), así que necesita marcar antes del minuto 75 para no empeorar ese registro. En La Coruña también puede superar sus otras dos peores marcas: los 687’ de esta campaña (desde que marcó en Mestalla, en la 3ª jornada, hasta que resucitó en Eibar en la 13ª); y los 683 de la 2010-11 (21ª-27ª), en Segunda. Su plusmarca absoluta con el Betis, sumando cualquier competición oficial, está en 847 minutos (2015-16).