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El orden de las cosas en el Betis

LA CONTRACRÓNICA. Dani Ceballos simboliza lo bueno nuevo. Jorge Molina, lo bueno de siempre. La buena convivencia entre lo uno y lo otro se traduce en este peculiar dato: siempre que marca el canterano, lo hace el veterano. Ha ocurrido en cinco partidos.

12 abr 2015 / 23:10 h - Actualizado: 12 abr 2015 / 23:13 h.
"Real Betis","Jorge Molina","Dani Ceballos"
  • Dani Ceballos grita de alegría después de conseguir el 1-1 provisional en el Barça B-Betis / LOF
    Dani Ceballos grita de alegría después de conseguir el 1-1 provisional en el Barça B-Betis / LOF

El orden es muy importante en la vida. Y en el fútbol. Que se lo digan al Betis, aún hoy víctima de determinados desórdenes en su gestión: algunos le hicieron pasar por el mal trago de un concurso de acreedores cuyas consecuencias todavía paga y otros le hacen pasar por el horrible trago de verse en Segunda de nuevo. Para salir de este último trance, el deportivo, el club de Heliópolis se ha encomendado a algunas virtudes que no cambian, pero en el orden de las cosas en el equipo verdiblanco también hay novedades importantes. Y determinantes.

Entre lo que no cambia aparece, por ejemplo, Jorge Molina, que ha asumido a la perfección la irregularidad y el evidente bache de juego de su compañero de siempre, Rubén Castro, y está resolviendo ese déficit con su mejor racha en cinco años en el Betis. El nuevo orden está encabezado por Dani Ceballos, claro: el juvenil (sí, detalle repetido hasta el aburrimiento, pero es tan significativo...) se ha echado el equipo a la espalda y no sólo es el líder del grupo, sino que además es el tercer goleador, ex aequo con Rennella. Marcó uno con Merino, cuatro con Mel... y ninguno con Velázquez. Molina obtuvo uno con el primer técnico, otro con el segundo... y diez con el actual.

De la convivencia entre lo nuevo y lo de toda la vida sale un Betis más líder y más próximo a Primera, aunque visto lo visto en su historia reciente conviene tocar madera. La compenetración, de hecho, es tan grande que sus artífices la han llevado a otro nivel: cada vez que marca Ceballos también lo hace Molina. No falla. Ha ocurrido en los cinco goles del canterano: Racing (2-0), Sabadell (2-0), Girona (2-1), Las Palmas (0-3) y Barça B (1-2). Esos días marcó él y marcó Molina. Y nadie más.

Hay otro orden que no cambia en el Betis: Cataluña. El romance es total y sin fisuras. Esta temporada, cuatro victorias en los cuatro viajes verdiblancos a la ‘novena provincia’. Eso es amor...