El proceso de paz no es tan sencillo

El consejero Rafael Salas, que firmó el acuerdo con Bitton pero acto seguido solicitó el cese del consejo para que hubiese elecciones, medita pedir una junta extraordinaria y presentar una candidatura alternativa a Haro y Catalán

23 mar 2017 / 09:00 h - Actualizado: 23 mar 2017 / 19:24 h.
"Real Betis","Manuel Ruiz de Lopera","José Miguel López Catalán","Luis Oliver","Ángel Haro"
  • A la izquierda, Haro y Catalán. A la derecha, pensativo, Salas. La foto es de la junta del 30-D / Manuel Gómez
    A la izquierda, Haro y Catalán. A la derecha, pensativo, Salas. La foto es de la junta del 30-D / Manuel Gómez

Los actuales dirigentes del Betis auguraron «un largo periodo de estabilidad» gracias a la firma del acuerdo con Bitton Sport, pero da la impresión de que el futuro del club verdiblanco sigue siendo una incógnita. A corto plazo, las próximas etapas pasarán por la entrada de un consejero en representación de Luis Oliver, que ayer definió como «un chaval muy preparado» al principal candidato (su hijo)... y nada más. En teoría, por supuesto. La maniobra de Ángel Haro y José Miguel López Catalán no ha provocado la unanimidad con que seguramente habrían soñado los consejeros delegados y el culebrón que ya existe fuera de la entidad amenaza con reproducirse dentro.

El consejero más crítico con el pacto, Rafael Salas, se está pensando organizar una candidatura alternativa para competir con Ahora, Betis, ahora (ABA) y Bitton en la siguiente junta de accionistas. Ahora mismo es la voz más disonante dentro del consejo con la gestión de los consejeros delegados. De hecho, aprobó el pacto con Bitton pero solicitó el cese del consejo tras la firma para que, como han pregonado HyC, los béticos eligiesen a sus gobernantes sin el yugo accionarial que ha supuesto siempre la sombra de Farusa y/o Bitton. Hace unos meses presentó su dimisión como consejero; no fue aceptada.

El caso es que Salas está meditando esa opción y lo normal es que en los próximos días comunique su decisión. Hay dos vías: o se presenta o, por el contrario, dimite como consejero. Tiene el 1,2% del capital social y en principio podría contar con las acciones de Béticos por el Villamarín y Por Nuestro Betis, que ya han expresado su más enérgico rechazo a un acuerdo que calificaron como «indigno». También se le uniría otro consejero, Adrián Fernández Romero, igualmente vinculado a BxV.

Aunque las matemáticas no son fiables al 100% en estos casos, Salas dispondría del 5% imprescindible para convocar una junta extraordinaria y se acercaría así al 10% aproximado que tienen HyC, que de todas formas ganaron las últimas juntas con unos porcentajes que rondaron el 27-28% gracias a sus campañas para representar a otros accionistas. La diferencia fundamental respecto a esos procesos es que HyC basaron su estrategia en la lucha contra Lopera, Castaño... y Bitton, de modo que jugaron la baza del miedo al pasado, mientras que ahora aparecen como aliados de Oliver y sin que Lopera tenga opciones.

Por cierto, Salas perteneció en su día a BxV, pero hace unos meses presentó su dimisión. No ha sido aceptada por la junta directiva de la asociación, aunque en la práctica ha dejado de asistir a las reuniones. Aun así, BxV le garantizaría su apoyo porque tampoco le gusta la gestión de Haro y Catalán (aunque disienten en la alianza con Luis Oliver). Está por ver si en este nuevo bloque tendría cabida otro actor principal que también se queda fuera de juego: Manuel Castaño (un 4% del capital social). BxV, a priori, no ve con los mejores ojos posibles esta unión tan profundamente antinatural.