Gustavo Poyet, destituido este viernes como entrenador del Betis, ha vuelto a defender su gestión en unas declaraciones para Deportes Cuatro. «Todo se hizo muy difícil desde el inicio, la gente estaba muy dividida y noté que mucha gente es muy negativa y sólo ha mirado lo negativo», indica el uruguayo, quien no se arrepiente de nada: «Yo estoy muy tranquilo, aprendí mucho y el futuro dirá quién tiene razón». Los 11 puntos en 11 jornadas han sentenciado a un Poyet que llegó a enfrentar su discurso a la grada del Benito Villamarín y a tener una relación cuanto menos fría con dos pesos pesados del equipo como Rubén Castro y Dani Ceballos.