-
Dani Ceballos, que fue titular y completó un buen partido, le quita un balón a Verza. / Juan Carlos Cárdenas
El peor de la Liga en casa y el mejor a domicilio. Er Beti. O el Bite para quienes lo pronuncian del revés, que cada vez van siendo más, visto lo visto. Si los palos por su nefasto rendimiento en casa son lógicos y proporcionados, los elogios por el temporadón que está haciendo fuera deben ir en idéntica relación, aunque las sensaciones que desprende su juego no sean para enamorar, de momento, ni cuando pierde ni cuando gana.
Algo debe tener este Betis, no obstante, para ser el mejor equipo de la Liga a domicilio a día de hoy. Una Liga en la que juegan equipos como el FC Barcelona, el Real Madrid, el Atlético o el mismo Sevilla FC, que aún no se ha estrenado fuera de casa, donde el Betis suma ya cuatro triunfos y firma el mejor arranque de su historia, mejor incluso que el de la mismísima temporada 1996/97, que acabó con 11 victorias forasteras y solo 3 derrotas, pues a estas alturas de Liga ese Betis de Serra, Finidi, Jarni, Alexis o Alfonso solo había ganado 3 partidos y empatado 4 para sumar 13 de los 28 puntos que acumulaba, y ahora lleva 4 victorias, 2 empates y una derrota, un punto más que entonces con siete partidos jugados. Casi nada. Con apenas un tercio de Liga cubierto el Betis tiene ya casi medio objetivo cumplido, pues con 35 puntos se salvaron del descenso el año pasado y 18 son más de la mitad. El puntaje debe servir para calmar las aguas, que siguen muy revueltas, aunque esa catarata de victorias forasteras les reviente a muchos que dicen llamarse béticos y que en estos momentos disfrutan más con las derrotas, que solo favorecen a sus intereses bastardos. No hay más que darse una vuelta por las redes sociales y ver cómo las cuentas de muchos trolls enmudecen cada vez que el Betis gana y alborotan solo en caso de derrota. Una desgracia grande esa que tienen, los pobres. Ayer en Valencia Rubén volvió a estar sublime en la jugada del gol. N’Diaye y Petros brindaron un buen partido, como Joaquín y los centrales, a pesar de algún error puntual, Ceballos empezó a reivindicarse para la titularidad y el Betis sumó un triunfo que vale su peso en oro, para disgusto de algunos que dicen llamarse... béticos. ¿O son bítecos?