Espanyol-Betis: la zona Europa pasa por Cataluña

LA PREVIA. El equipo de Setién visita el RCDE Stadium en plena vorágine independentista con la quinta plaza a su alcance si es capaz de ganar en un estadio que se le da mal. La duda es si Sanabria y Sergio León volverán a jugar juntos

30 oct 2017 / 07:00 h - Actualizado: 30 oct 2017 / 12:12 h.
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  • Quique Setién bromea con Joaquín en presencia de Jon Pascua y Sergio León / Manuel Gómez
    Quique Setién bromea con Joaquín en presencia de Jon Pascua y Sergio León / Manuel Gómez
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Con todos los días que tiene la temporada futbolística, y no digamos el año natural, el Betis viaja a Barcelona, a Cataluña, tres días después de que medio Parlamento autonómico decidiese que ya no son una comunidad sino un país, así, con todas sus letras, gracias a la archifamosa DUI. Declaraciones unilaterales de independencias al margen, el Betis vuela a la presunta capital de una presunta república catalana que reniega de todo lo que suene a español para enfrentarse, qué cosas, al Espanyol. Está claro que el contexto hace que no sea un partido al uso. Haciendo el chiste fácil, es una jornada ‘dui generis’. Pero no hay por qué mezclar los tejemanejes políticos con los tejemanejes de la pelota. Las peñas del club barcelonés ya avisaron hace días de que en su estadio sólo hay sitio para hablar de fútbol y el Betis no aspira a reunificar España sino a regresar a los puestos europeos, cosa que logrará si es capaz de ganar en un estadio que se le da más bien mal. Y no hay más. Ni Puigdemont ni Junqueras pintan nada en lo que ocurrirá esta noche en el RCDE Stadium.

El Espanyol acumula tres encuentros sin ganar, cuatro si se le suma la Copa ante el Tenerife, y no termina de arrancar con la fuerza que quizá esperaban sus incondicionales. De momento pulula por la zona baja de la tabla, aunque con cierto margen sobre los que están dentro o asomados al abismo, y obviamente necesita hacerse fuerte en su feudo como punto de partida para pensar en otras metas que no sean la permanencia. El rival puede parecer propicio, pero el escenario no lo es para el Betis, que desde la mudanza blanquiazul del Olímpico a Cornellá lleva tres derrotas, un empate y una sola victoria, el 0-3 de hace dos años.

Metido como está en el envidiable fragor de la lucha por las plazas europeas, nada que ver con lo ocurrido en las cuatro últimas campañas, el Betis también está sometido a una alta exigencia. La prueba es matemática: si gana, volverá a estar entre los seis primeros y ocupará el quinto puesto; pero si no lo hace, independientemente de que empate o pierda, acabará la jornada en la octava plaza.

El equipo de Setién anda ahora mismo en una muy buena racha (cuatro victorias, un empate y una derrota en seis jornadas). Con algún que otro retoque obligado, como la entrada de Amat y Tosca por los aún lesionados Feddal y Durmisi, el técnico está respetando un equipo base y no hay por qué pensar en revoluciones ni nada parecido, lo cual no exime al cántabro de algún que otro debate interno. Como los dos delanteros están por las nubes, la principal de esas incógnitas es si Sergio León volverá a la formación inicial. Setién no gusta de cambiar su dibujo y jugar con dos delanteros lo fuerza a desplazar a uno a una banda. En esta ocasión pierde a Tello y por ahí se le puede reabrir la puerta de la titularidad a Sergio, aunque lo mismo deben pensar Campbell o, con menos opciones, Boudebouz.

El Espanyol cuenta con una abundante colonia de exbéticos (Javi López, Baptistao, Sergio García, Dídac, incluso David López...) y mantiene la plantilla que le hace sobrevivir en Primera, sin alardes pero sin sufrimientos, año tras año. Quique Sánchez Flores, un clásico, repesca precisamente a Javi López, Naldo y Melendo y descarta a Dídac, Sergio Sánchez y Granero.