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Fabián celebra el gol que le marcó al Levante, el primero con la camiseta del Betis / Manuel Gómez
Fabián se ha convertido en indispensable para el Betis de Quique Setién en apenas tres jornadas después de ocupar un rol muy secundario en las cuatro primeras. El canterano ha marcado un gol y ha dado otros tres en estos partidos, así que ha pasado de suplente a referente y eso significa que su futuro también es presente. Tras media temporada cedido en el Elche, ahora entra en los planes de futuro de la dirección deportiva, que piensa en renovar su contrato (acaba en 2019) para no tener sustos como el de Dani Ceballos, por ejemplo.
«Es cierto que me preguntan si voy a renovar. Me quedan dos años y tengo que pensar en seguir en esta línea y aprovecharme de los minutos que me dan. No le doy vueltas a eso. Quiero hacerlo bien con el Betis, aprovechar la oportunidad con la selección (acaba de irse con la sub 21) y seguir creciendo. Las cosas llegan solas. Si voy en esta dinámica, entre ellos y nosotros habrá acuerdo», aseguró el palaciego el lunes por la noche en la televisión del club.
«Cuando llegué en la pretemporada, no sabía si me iba a quedar o salir cedido. Pensaba en dar lo máximo para quedarme aquí. Trabajando en cada entrenamiento y haciendo lo que sé, creía que el míster me iba a dar una oportunidad y yo iba a aprovecharla», recordó Fabián, que agradeció la confianza de Setién tras un inicio más dubitativo: «Es un entrenador humilde que sabe a llevar a los jugadores y entrena con alegría y con la pelota. Todos los jugadores, juguemos o no, estamos muy contentos con él. Me gusta coger sus consejos, cada vez que me corrige me gusta captarlo bien y entrenarlo cada día. Estoy contento por mi rendimiento y tengo que dar las gracias al míster porque ha confiado en mí y quiero aprovecharlo. Antes del partido en el Bernabéu me quedé sin convocar y eso es difícil. Tenía que aprovechar mi oportunidad y así ha sido», reconoció.
Fabián también tuvo un recordatorio para su estancia en el Elche, que le ayudó mental, técnica y físicamente. «Siempre me decían que tenía un buen tren inferior y que el superior no era así. Cuando me fui al Elche, vi que tenía que mejorarlo, me faltaba tren superior a la hora de chocar y allí había buenos readaptadores y preparados físicos. Me ayudaron mucho y al terminar el entreno me quedaba una hora y media más para hacer más físico. Me vino muy bien porque jugué mucho. Además, irme solo de casa me hizo un poco más hombre, tomas decisiones en las que no te ayuda nadie y aprendes a valorar las cosas de la vida diferente», relató.