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Fabián pugna con Digard en un entrenamiento en Montecastillo / Manuel Gómez
El Betis ha informado a Fabián de que la próxima temporada será futbolista del primer equipo, aunque no a todos los efectos porque no tendrá dorsal del 1 al 25. Pero el canterano no regresará al filial y eso es una magnífica noticia para él.
«Estoy muy contento de poder pertenecer a la plantilla del primer equipo. Ahora toca seguir trabajando para poder ganarme un puesto y ponérselo complicado al míster», ha dicho hoy el espigado centrocampista, muy elogiado por el técnico en las horas previas: «Es una motivación y una alegría que el míster diga eso de mí. Ahora toca recompensarle en el campo y demostrarle que es cierto lo que dice».
«Tengo que centrarme en ganarme el puesto en el primer equipo. No podré ayudar este año al filial y les deseo mucha suerte a todos mis compañeros. Mi mente está puesta en disputar con el primer equipo el mayor número de minutos que pueda, para eso trabajo cada día», ha añadido Fabián, que la pasada temporada sufrió una grave lesión (se fracturó el dedo de un pie) y tuvo que pasar por el quirófano: «No he podido parar durante todo el verano porque estuve lesionado unos meses y tenía que llegar a tope al primer día de pretemporada. Tuve que prepararme antes en solitario para llegar al cien por cien, he dado lo máximo de mí y he intentado hacerlo lo mejor posible. Estoy contento por mi trabajo y la oportunidad que el míster me ha dado», reitera.
Otra clave de su éxito, además de su tesón veraniego, es no creerse nada de lo que le está ocurriendo: «Ser tú mismo, que no se te suba a la cabeza y seguir trabajando, luego trabajar y por último, trabajar. Tienes que confiar en ti mismo, así puedes llegar al objetivo que te marques», afirma.
En cuanto a su posición, Fabián confiesa que está bien como pivote, aunque Mel lo ha estado probando en la banda y no le desagrada del todo: «Desde que llegué a las categorías inferiores Betis siempre he jugado de mediocentro, aunque en la banda no me disgusta jugar, le estoy cogiendo el gustillo. En realidad me siento cómodo donde me pongan, porque eso significará que estaré jugando», explica. «Todavía me faltan algunos conceptos por adquirir, como el descaro. Este año espero aprender mucho de mis compañeros. Espero coger ese descaro y demostrarlo en el campo», añade.
EL CONSEJO DE VAN DER VAART
Fabián también relata una curiosa anécdota de Van der Vaart. «De él aprendes todos los días algo nuevo. Es un jugador fantástico, con una calidad impresionante. Además, es una persona muy cercana. Cuando llegó estuvimos hablando y me preguntó la edad. Me dijo que era muy joven y que debía apretar, que la edad no existe en el fútbol. Me dijo también que hiciera lo que sé y que estuviera tranquilo. Todos vamos a aprender muchísimo a su lado», explica.