Fútbol según el 10

Quique Setién y Ryad Boudebouz comparten el mismo código de barras a la hora de entender el juego. El argelino jugó en Vitoria su primer partido completo en dos meses

15 mar 2018 / 08:24 h - Actualizado: 15 mar 2018 / 13:13 h.
"Real Betis","Quique Setién","Boudebouz"
  • Boudebouz disputa un balón en el partido disputado ante el Girona. /Efe
    Boudebouz disputa un balón en el partido disputado ante el Girona. /Efe

Quique Setién y Ryad Boudebouz tuvieron que esperar hasta los 27 años para dar el salto a un equipo grande. A pesar de que los dos brillaron desde muy temprano, la oportunidad de lucir en escaparates más exigentes y lujosos les llegó tarde. Hay quien achacará esta coincidencia a aquello que pregonaba de madrugada Andrés Montes: «El talento está bajo sospecha». De forma injusta y sin base científica alguna, siempre se ha reprochado a ese tipo de jugador cierta tendencia a no trabajar tanto como otros compañeros.

Setién y Boudebouz también han compartido dorsal durante su carrera como futbolista: el 10. La historia de ese dorsal daría para encontrar a algunos de los futbolistas con más talento y con mayor capacidad para interpretar el juego del once contra once. Cántabro y argelino concuerdan en un código de barras a la hora de entender el fútbol, en el que el balón debe ser el astro rey alrededor del cual debe girar todo lo demás. «Al niño cada vez se le deja regatear menos. Se prioriza que sepan presionar, bascular», sostiene el entrenador del Betis. Por ello llegó al equipo un futbolista que promediaba cerca de tres regates por partido. El técnico hasta ha llegado a picarse con su jugador después de que en un entrenamiento le colase un caño en un rondo en el que también participaba el santanderino. El norteafricano traza líneas más verticales que horizontales. En una de ellas se gestó el segundo gol de Loren al Alavés. Llevan pocos meses juntos, pero ya el centrocampista se atreve a considerar a su actual entrenador como el mejor que ha tenido a lo largo de su carrera.

Es Boudebouz, por tanto, uno de los jugadores de la plantilla que mejor encaja en la idea que predica Setién. Sin embargo, las lesiones le han privado de la continuidad necesaria para reivindicarse como el hombre capaz de interpretar la partitura compuesta por su entrenador. Cuando se confirmó su fichaje, el técnico ya avisó a la afición de lo que iba a disfrutar con él a lo largo de la temporada. Pero el goce sólo ha llegado a cuentagotas. En Mendizorroza disputó su primer partido completo en más de dos meses. La última vez que había estado en el césped de principio a fin fue en el encuentro ante el Real Madrid de principio de enero. Además de esas dos citas, sólo hubo un partido más (Atlético de Madrid) en el que jugó los 90 minutos.

El internacional argelino ha participado en 19 partidos y suma 881 minutos en lo que se ha consumido de temporada. Boudebouz ha completado 409 pases con un porcentaje de acierto de más del 80 por ciento. Ha dado dos asistencias de gol, muy por debajo de las cifras que alcanzó en Francia.