-
-
Los voluntarios y colaboradores de ARPA disfrutaron con el triunfo del Betis y acabaron haciendo la ola en la grada. / Manuel Gómez
La de ayer no fue una mañana cualquiera en Heliópolis. Jugó el Real Betis Balompié y lo hizo inmerso en una jornada festiva, como suele ser habitual en horario matinal, aunque, esta vez, también cargada de solidaridad.
Los partidos a las 12:00 del mediodía gustan a los béticos. Sólo había que dar un paseo por los alrededores del estadio para comprobarlo. Estos horarios siempre nos regalan la imagen más bonita que nos puede dejar cualquier partido. El fútbol como mejor se disfruta es en familia. Cuántos niños disfrutaron de todo lo que supone acudir al estadio para ver a su equipo. No puedo evitar imaginarme cómo tendrá hoy la cabeza más de un tutor en el cole cuando alguno de estos pequeños llegue contándole cómo ha sido su domingo. Un recuerdo imborrable seguramente para muchos de ellos y de memoria precisamente hay que hablar también en este partido.
Viene siendo habitual que el club se vuelque con cuantas peticiones solidarias recibe pero la de ayer, si me lo permiten, fue un poco especial. El partido fue dedicado a ARPA y al trabajo que esta asociación lleva a cabo para tratar y prevenir la afasia. Dice su presidenta, Rosario Maldonado, a la hora de explicar en qué consiste esta secuela del ictus cerebral, que es como reiniciar un ordenador para empezar de nuevo.
No debe ser nada fácil para aquellos que lo padecen, pero si miramos hacia adelante, volvemos al principio de este texto. Ese recuerdo al que hacía referencia en los niños es el mismo que seguramente hoy manifiestan los miembros de ARPA al acudir a su tratamiento diario en La Gota de Leche. Rocío, Aarón, Laura... y todos los que trabajan para estas personas hoy tendrán que escuchar a todos ellos, que poco a poco recuperan su capacidad de comunicar, que vieron ganar al Betis. Probablemente haya sido su mejor domingo en mucho tiempo. Enhorabuena a la entidad por estar con quien lo necesita y también a esta asociación por una labor impagable.
Hablando de memoria: que nadie olvide dentro de unos meses lo que ocurrió ante el Zaragoza. Quizá el paso definitivo para decir que el Betis pone rumbo a Primera.
Tenerife, Santander... Son muchos los béticos que sacan la calculadora para ver dónde se puede producir ese anhelado ascenso, pero después de lo visto ayer, un vez más, me refuerzo en la opinión de que esta afición lo que verdaderamente merece es subir de categoría en casa, con su gente y delante de todas esas personas para las que ir al fútbol es mucho más que una simple terapia.
Es algo que no se puede elegir, pero quién sabe. Después de todo lo que ha ocurrido en torno a la entidad y tras lo padecido por la fiel infantería verdiblanca, no se me ocurre un regalo mejor para una afición que nunca falla.