«Jamás, nunca le he puesto la mano encima»

Rubén Castro niega que maltratara a su expareja y dice que ella «ha montado esta campaña por celos»

25 may 2017 / 12:00 h - Actualizado: 25 may 2017 / 20:04 h.
"Tribunales","Violencia de género","Rubén Castro"
  • Rubién Castro declara durante el juicio. / EFE
    Rubién Castro declara durante el juicio. / EFE
  • Rubén Castro bebe agua en un momento del juicio. / EFE
    Rubén Castro bebe agua en un momento del juicio. / EFE
  • Rubién Castro declara durante el juicio. / EFE
    Rubién Castro declara durante el juicio. / EFE
  • Rubién Castro declara durante el juicio. / EFE
    Rubién Castro declara durante el juicio. / EFE
  • Rubén Castro, a su llegada a los juzgados. / EFE
    Rubén Castro, a su llegada a los juzgados. / EFE

«Jamás, nunca le he puesto la mano encima», ha asegurado el jugador del Betis Rubén Castro en el juicio al que se enfrenta a penas de hasta ocho años de prisión por supuestos malos tratos a su expareja. El jugador ha dicho que entre ambos solo había «una profunda atracción sexual» y que ella ha orquestado «esta campaña por celos». Castro, además de negar los insultos y agresiones, ha relatado que fue la chica la que le agredió a él en un par de ocasiones tras intentar acabar con la relación.

Entre una fuerte expectación mediática, el jugador del Betis, en un tono de voz que dificultaba seguir su declaración en la sala y que incluso ha provocado que el juez tenga que pedirle que la alzara, ha explicado que conoció a su expareja cuando esta estaba trabajando de go-go en una discoteca sevillana a través de un amigo que los presentó. A partir de ahí la relación que tenía con su expareja era «sin compromiso», sin que existiera una convivencia sostenida, pues ella iba a su casa «como mucho cuatro días, se iba y volvía». De hecho, ha repetido en un par de ocasiones que lo que había entre ellos era una «atracción sexual» y que «no estaba enamorado de ella». «Era una relación loca, con altibajos y con muchas discusiones», ha dicho.

Castro ha negado que en agosto de 2013 le enviara un mensaje a la chica en el que le decía «eso espero porque si no es así te mato». «Si ella lo dice lo habré mandado», pero ha justificado que esa expresión era habitual en el vestuario del Betis, ya que uno de los jugadores solía decir «si no me pasas la pelota, te mato y todo lo terminaba con te mato. Al final del día a día se te pega».

El jugador también ha negado que la insultara o que la agrediera en la habitación de un hotel. «Quedábamos, nos íbamos a un hotel y al día siguiente nos íbamos cada uno por nuestro lado», ha indicado. Uno de estos episodios supuestamente se habría producido el 27 de mayo, después de que ambos se encontrara en el reservado de una discoteca tras un intento de romper la relación por parte de Castro. «Me di cuenta que ella estaba allí porque comenzó a gritar y me cogió por el cuello. Me la tuve que quitar de encima». Luego salió a la calle y allí ya pudo hablar con ella, según su versión, y se fueron «a un hotel porque me le pidió ella». Tras abandonar el hotel, en el que negó que la agrediera, él le dejó un sobre con dinero en la recepción «porque ella muchas veces no llegaba a final de mes y necesitaba cosas para la niña y por no volver, lo dejé en la recepción». Fue este día cuando supo que ella le había denunciado.

Antes de este episodio ha dicho que quedaron en una cafetería donde él le dijo que no quería seguir con ella y su reacción fue «lanzarme un puñetazo a la cara», que tuvo que esquivar. Según Castro, la supuesta víctima incluso intentó atropellarlo cuando se dirigía a su coche y que luego le «siguió dando acelerones». No obstante, ha reconocido que no denunció estos hechos.

Por último, el jugador también ha negado otro episodio de malos tratos ocurrido en su casa el 30 de diciembre de 2013. Ese día dice que estaba en su casa con un amigo y ella, que hicieron una barbacoa y que la noche del 31 de diciembre él decidió salir con este amigo y que ella se quiso quedar en casa.

La declaración de la víctima se ha producido a puerta cerrada, a petición de su abogada, por lo ue el público y la prensa ha tenido que abandonar la sala.

La Fiscalía pide para Castro cuatro años de cárcel y la acusación particular ocho años y nueve meses de prisión.