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Los jugadores del Betis celebran el 1-0, obra de Sanabria / Manuel Gómez
La defensa, el gol de Sanabria y el mejor hábito: ganar (1-0)
LA CRÓNICA. El Betis se lleva el primer asalto ante el Deportivo gracias al primer tanto del paraguayo como verdiblanco en un partido de escaso lucimiento y mucho trabajo defensivo. El conjunto gallego dominó el balón, pero casi no inquietó a Dani Giménez
El Betis ganó al Deportivo el primer asalto de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey gracias a un gol de Sanabria, el primero del paraguayo desde que llegó a Heliópolis. Fue lo más bonito y notorio de un duelo feo, poco brillante y muy defensivo, sobre todo por parte verdiblanca. Como Víctor prefiere la perspectiva positiva, valga como conclusión que su equipo renegó del balón pero enlazó su segundo encuentro consecutivo en casa sin encajar un gol, aunque por supuesto le quedan desajustes por corregir. Y como Víctor quiere eliminar «hábitos negativos», valga también como conclusión que su equipo no repitió el peor de todos, perder, y ganó aun jugando regular. Esa sería una buena costumbre, qué duda cabe.
Lo curioso es que en los minutos iniciales dio la sensación de que el Betis tenía la clara voluntad de querer el balón, pero la primera impresión no siempre es la que cuenta. El equipo verdiblanco cedió pronto la posesión y centró casi todos sus esfuerzos en defender. El encuentro, en todo caso, habría sido un canto a la intrascendencia si no fuese por Durmisi. En cuanto subió la banda, el partido dio el giro decisivo. Y sólo era el minuto 18... El lateral dejó atrás a Juanfran con una facilidad pasmosa, colocó el balón en la cabeza de Sanabria y el paraguayo cabeceó como mandan los cánones. Fue un muy buen gol, sentenció un muy pobre partido y tiene un trasfondo importante: el Betis recupera a Durmisi, que puede ser un auténtico filón con esa defensa de tres más dos, y su principal inversión de este año por fin ve portería.
El Deportivo respondió a la desventaja con varias aproximaciones a Dani Giménez. Las más peligrosas antes del intermedio fueron un derechazo lejano de Juanfran que tuvo la correspondiente respuesta en el portero y un cabezazo desviado de Sidnei, mal marcado por Mandi. Y después del descanso, un chut cruzado de Luisinho, un remate de Andone y un cabezazo de Joselu, libre por una de esas desaplicaciones que deben revisar los centrales del Betis. Dani Giménez no intervino en ninguno de esos intentos.
El Betis continuó concentrado en defender con orden y no mostró demasiado interés en discutir la propiedad de la pelota. Tras el gol apenas se acercó a Rubén en un remate de Felipe Gutiérrez que un defensa desvió in extremis (28’) y una buena jugada individual de Sanabria (61’). No va más en el recuento ofensivo. En el defensivo, mucho orden del colectivo y muy buena actuación (otra vez) de Donk, tanto de zaguero como de centrocampista. Este Betis no enamora a casi nadie, porque para eso hay que dar más de tres pases con sentido y por ahora no lo hace, pero va sumando nombres a la lista de jugadores valiosos o útiles y gana aunque sea sin jugar bien. Y eso parecía imposible no hace mucho...
REAL BETIS: Dani Giménez; Piccini, Mandi, Donk, José Carlos, Durmisi; Felipe Gutiérrez, Jonas Martin (Bruno, m. 63), Brasanac (Fabián, m. 86); Álex Alegría y Sanabria (Joaquín, m. 63).
RC DEPORTIVO: Rubén; Juanfran, Albentosa, Sidnei, Fernando Navarro, Luisinho; Carles Gil, Bergantiños (Borges, m. 75), Mosquera (Guilherme, m. 46), Marlos (Joselu, m. 68); y Andone.
Gol: 1-0, m. 18: Sanabria.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco). Amonestó a Jonas Martin (35’), Bergantiños (73’), Luisinho (79’) y Brasanac (85’).
Incidencias: partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 18.774 espectadores.