El Himno del Centenario en El Molinón y el aplauso a Joaquín

La hermandad entre las aficiones del Betis y el Sporting continúa intacta. El Molinón recibió al equipo verdiblanco con el himno de Rafael González Serna y despidió a Joaquín poniéndose en pie y con una ovación unánime

20 may 2017 / 22:41 h - Actualizado: 21 may 2017 / 17:00 h.
"Real Betis","Joaquín Sánchez"
  • Joaquín aplaude a la grada de El Molinón para devolverle la cortesía / LFP
    Joaquín aplaude a la grada de El Molinón para devolverle la cortesía / LFP

La relación de amistad que las aficiones del Betis y el Sporting emprendieron de forma explícita hace veinte años continúa disfrutando de un inmejorable estado de salud. La última jornada de Liga ha servido para constatarlo con dos hechos que resultan infrecuentes en el fútbol actual: el recibimiento al conjunto verdiblanco con uno de sus himnos por la megafonía oficial y la despedida a Joaquín. Ni siquiera la derrota encajada por el Betis en Leganés, que puso el penúltimo clavo en el ataúd del descenso gijonés, ha disminuido el cariño que en la ciudad asturiana sienten por todo lo verdiblanco.

La tarde empezó en Gijón con multitud de imágenes de aficionados de ambos equipos en amor y compañía, fieles a esa sintonía que se ha agudizado en los últimos años después de que el Sporting ascendiese en 2015 y se salvase en 2016 gracias a sendas actuaciones del Betis, bien en el cara a cara o en otro partido vital para la suerte rojiblanca. Y en el estadio no cambió el panorama. Antes del encuentro, por ejemplo, la propia megafonía del Sporting dio la bienvenida al Betis con el Himno del Centenario, obra de Rafael González Serna, y no fueron pocos los seguidores sportinguistas que se animaron a canturrearlo.

La segunda muestra de afinidad más allá de lo futbolístico se produjo en el minuto 87, cuando Joaquín fue sustituido por Nahuel. Nada más enterarse del nombre del relevado, la grada de El Molinón se puso en pie y brindó una gran ovación al portuense, que por cierto no es la primera vez que vive algo así en un estadio que no es el Villamarín. Joaquín respondió al aplauso, como no podía ser menos.