La idea no se refleja en datos

El Betis tiene menos el balón, dispara menos apuerta y le hacen más goles que los que marca

11 sep 2017 / 22:25 h - Actualizado: 11 sep 2017 / 22:39 h.
"Real Betis","Quique Setién"
  • Quique Setién, pensativo durante el entrenamiento de este lunes en la ciudad deportiva. / RBB
    Quique Setién, pensativo durante el entrenamiento de este lunes en la ciudad deportiva. / RBB

Al igual que tras vencer al Celta en la segunda jornada se palpaba en el ambiente que era necesario rebajar el sorprendente estado de euforia general, tras el 3-1 en Villarreal el Betis y su entorno han bajado los pies al suelo. Por mucho que esté clasificado en la parte baja de la tabla, tres jornadas no son suficientes para prever más de lo mismo respecto a cursos anteriores –hablaba hace unos días el propio Quique Setién de la necesidad de mantener un equilibrio tanto en las derrotas como en las victorias –, pero sí que arrojan suficientes datos como para concluir que al Betis le hace falta tiempo, algo que también ha venido repitiendo el entrenador.

El caso es que en estos tres primeros encuentros oficiales, el estilo de juego atrevido, ofensivo y de control apenas se ha visto. Hay detalles inequívocos, como el fabuloso 0-1 en Villarreal o el fallo que origina el empate de Carlos Bacca, incluso la reacción ante el Celta en el Villamarín. Pero no ha cuajado el nuevo Betis, cuya media contra Barcelona, Celta y Villarreal muestra que ni tiene el balón más que el contrario, que éste le llega más al área que él a la del rival y que la producción es, por tanto, menor en el Betis.

Si en el Camp Nou es más que asumible que el Barcelona se adueñe del esférico (60.8%), más extrañó ver cómo el Celta le ganó también la partida al equipo verdiblanco en su propio estadio. Los de Unzue apuestan por algo muy parecido a lo que quiere Setién en el Betis, aunque por ahora también están pecando de ser débiles en las áreas. El domingo, en El Madrigal, la puesta en escena fue también menos descarada: los de Escribá dominaron la posesión un 60-40 por ciento hasta el último cuarto de hora, cuando se echaron atrás para defender la renta de 3-1 y el Betis dominó abrumadoramente hasta imponerse en este aspecto en el dato general.

Lo que pretende Setién requiere de un tiempo y quizás de retoques tácticos, pues si bien el centro del campo del Betis ha mejorado, hay bastantes dudas razonables respecto a las otras dos líneas. En la defensa parece faltar contundencia y Adán, su máximo baluarte, asume muchos riesgos en la salida de balón. En ataque sólo Sergio León tiene pólvora y, con el equipo sufriendo a la hora de dominar el juego, las llegadas son, hasta ahora, menores que las que los rivales le hacen al cuadro verdiblanco (21-38 en tiros).

«Creo que sí se ha visto nuestra idea. Con la consecución del gol se ve claramente nuestra propuesta», explicaba el domingo un Quique Setién «contento» con el rendimiento del equipo en este arranque de la temporada en el que, al fin y al cabo, las cuentas son más que lógicas: perder en casa de dos equipos mejores y ganar en Heliópolis a un igual como el Celta. Pese a todo, los datos demuestran que el nuevo look tardará algo más de lo previsto en llegar al Betis, cuya dirección deportiva asume los riesgos que implica este giro de estilo radical y que no le da resultados a todos los equipos. El principal riesgo que implica el método Setién es llevar a cabo una propuesta ambiciosa y a la vez sólida fuera de casa. Tiene ese estigma el técnico cántabro, que viene de firmar con Las Palmas una sola victoria a domicilio en la pasada Liga. Con el Betis-Dépor ya en el horizonte, Setién tiene una semana para preparar un choque en el que se le exigirá un claro paso adelante en nivel de juego. El nuevo Betis exige contundencia en las áreas y, de momento, las estadísticas coinciden con las sensaciones: queda bastante camino por recorrer.