El Betis-Barcelona puede propiciar la mejor entrada de la historia en el estadio Benito Villamarín. La razón es de perogrullo: las visitas de los grandes, en este caso el conjunto azulgrana, suelen derivar en llenos o entradas próximas al lleno y el coliseo verdiblanco es más grande y tiene más aforo que nunca, 60.720 espectadores. Con el ‘antiguo’ Villamarín, las mejores entradas tenían como tope las 52.500 personas que cabían.
La mejor marca desde el último ascenso a Primera pertenece al derbi de la 2015-16, que se celebró un sábado a las ocho y media: 50.073 aficionados. Antes, en la 2011-12, hubo 51.566 en el Betis-Real Madrid. El récord de asistencia de esta temporada corresponde al Betis-Alavés de la 9ª jornada, que se jugó un sábado a las cuatro de la tarde. Aquel día hubo 49.243 espectadores en Heliópolis.