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Joaquín gesticula después del gol de la UD Las Palmas / LFP
El Betis de Quique Setién está cavando su fosa desde hace un mes y medio y es complicado distinguir si lo ha hecho peor al calor de su afición, de ese «entorno» que «contagia pesimismo», según dijo el técnico en la sala de prensa del Estadio de Gran Canaria, o lejos de ella. En realidad, el conjunto verdiblanco está jugando igual de mal en todo tipo de estadios, pero menos mal que están ahí los números para aportar un poco de luz. Y esos números indican que la parálisis es total fuera del Villamarín.
En sus tres últimos compromisos como visitante, el Betis no ha conseguido ningún punto y no ha marcado ningún gol. Perdió por 1-0 en el campo del Espanyol, 5-0 en el campo del Eibar y 1-0 en el campo de la UD Las Palmas. Un cero de nueve que siguió al 4-4 de Anoeta, así que la marca es de uno de doce desde el extraordinario triunfo en el Bernabéu.
El balance del Betis visitante es el quinto peor de los veinte conjuntos de la Liga. Son cuatro puntos, fruto de las tablas de Donosti y esa victoria ante el Real Madrid, curiosamente en un escenario tan complicado. Fue también el único desplazamiento del que regresó con su portería inmaculada. En los otros seis viajes encajó una media próxima a los tres goles por partido: 2-0 en el Camp Nou, 3-1 en Villarreal, 4-4 en Anoeta, 1-0 ante el Espanyol, 5-0 en Eibar y 1-0 en Las Palmas.
Así pues, el estrépito defensivo verdiblanco tiene mucho de su raíz en su rendimiento como visitante. De hecho, es el segundo equipo más goleado fuera de su estadio, con 16 tantos en contra. El peor es el Eibar (19).