La UEFA piensa tomar el Villamarín

El organismo europeo también obligará a reubicar a socios de los Goles y Voladizo por exigencias relacionadas con los medios de comunicación. Incluso habla de «eliminar asientos» o «no vender entradas» para hacer sitio a las plataformas para las cámaras. También exige cerca de 500 entradas VIP por partido para sí misma, los patrocinadores y el equipo visitante

11 jun 2018 / 07:00 h - Actualizado: 11 jun 2018 / 17:20 h.
"Real Betis"
  • Panorámica del Villamarín desde el Gol Norte y montaje con el escudo de la Liga Europa / Real Betis
    Panorámica del Villamarín desde el Gol Norte y montaje con el escudo de la Liga Europa / Real Betis

Más de 250 abonados del Betis se han apuntado ya a la reclamación conjunta que piensan plantear al club en un intento de que rectifique la reubicación de unos 2.000 socios debido a la ampliación de los palcos del Gol Norte y Fondo. La polémica tiene recorrido y es una buena percha para enlazarla con un asunto con el que guarda cierta relación porque también forzará a varias filas de aficionados a cambiar su posición. Se trata del control absoluto del estadio Benito Villamarín por parte de la UEFA cuando allí se juegue la Liga Europa.

La medida que más afectará a algunos socios, en concreto de las primeras filas de los Goles, tiene que ver con la prensa. El artículo 75.01 del reglamento de la competición señala que «los fotógrafos trabajarán detrás de los paneles de publicidad a lo largo de la línea de fondo [en otras palabras, detrás de las porterías] y, si el espacio lo permite, a lo largo de la línea de banda opuesta a la de los banquillos». Lo ideal para el Betis, y así lo intentará, es que la reubicación de esos socios sea extensible a la Liga para así matar dos pájaros de un tiro.

En Voladizo, en lo más alto de Preferencia, también habrá socios desplazados por la ampliación de la zona de prensa, igualmente obligatoria para participar en una competición europea. La actual tribuna se queda chica. «Los clubes deben disponer de un área de trabajo con pupitres, energía y cable o wifi para al menos 30 periodistas en la fase de grupos y 50 en las eliminatorias», reza el artículo 73.01. «Al menos 60 asientos deben estar disponibles para los partidos del grupo, de los cuales al menos 30 deben estar equipados con pupitres, energía y conexiones a internet», prosigue. El número sube a 100 para las eliminatorias. «Esos asientos se suman a las posiciones de comentarista reservadas para los poseedores de los derechos audiovisuales», especifica.

La UEFA también tiene el detalle de establecer que «el equipamiento y el personal de los medios no deberían obstruir la visión de los espectadores del campo de juego» (77.04), pero luego va más allá y habla de eliminar asientos y no vender entradas. «Los clubes deben proporcionar todas las facilidades, incluso a través de la eliminación de asientos o la no venta de entradas donde sea necesario, para la construcción de plataformas para las cámaras, estudios y posiciones de comentarista», dice en el artículo 74.04. En la fase de grupos son obligatorias hasta diez posiciones de comentarista; en las eliminatorias, treinta (artículo 74.05). Cada una de ellas contiene tres asientos. Al mismo tiempo habrá otros diez asientos reservados para observadores. La UEFA es tan milimétrica que da hasta las medidas de los estudios ‘indoor’ para las televisiones y radios (5x5x2,3) o el espacio acotado para intervenir desde el césped (15x3 como mínimo). Y fuera del estadio debe haber un aparcamiento de 1.000 metros cuadrados para los medios, susceptible de ser más amplio en partidos «con un alto interés».

La famosa zona VIP también es tocada a fondo por la UEFA. Durante la fase de grupos, los clubes están obligados a proporcionar 90 «entradas de cortesía con hospitality (en cristiano, con todas las comodidades habidas y por haber)» para la UEFA y socios y 32 sin hospitality (artículo 64.09). La cantidad aumenta según pasan las fases de la competición, aunque en ningún caso «deben exceder del 10% de la capacidad de asientos de la zona VIP», matiza en el 64.10. Todas esas entradas, además, «deben estar en un bloque». Y el club anfitrión, previa solicitud, también «debe ubicar a hasta cinco titulares de entradas VIP en los mejores asientos posibles junto al delegado del partido y/o los ejecutivos de mayor nivel del club, por ejemplo el presidente». Es decir, en el palco.

Por otro lado, la UEFA y sus patrocinadores se arrogan la oportunidad de acordar otro número de localidades a precio de venta «en la siguiente categoría más alta» con el matiz de que también tienen que estar en «una sección central» y «no detrás de la portería», según el artículo 64.11. En la fase de grupos, estas entradas son 100 de la máxima categoría y 85 de la siguiente.

El capítulo de los VIP continúa en el artículo 64.16, que establece que el anfitrión debe suministrar a la UEFA, sin cargos, un área de hospitality para su uso y el de sus socios. Y hay más. Los clubes «relevantes» deben añadir otra zona propia dentro del espacio acotado habitualmente por el club para sí mismo. Si el antepalco es esa zona en el Villamarín, la UEFA tendrá un hueco propio allí mismo. Y ojo: si eso no es posible dentro del estadio, el club «debe encontrar una solución alternativa a su costa fuera del estadio», según el 64.17 .

La UEFA, además, dispondrá de 60 plazas de aparcamiento durante los partidos de la fase de grupos para ella misma y sus patrocinadores. «Estos espacios deberían estar en una posición privilegiada, con fácil acceso al área de hospitality de la UEFA y sus socios siempre que sea posible», dice el 64.20.

Para acabar con el asunto VIP, los clubes visitantes también tienen derecho a «comprar 200 entradas de primera categoría para sus seguidores VIP, sus patrocinadores, etc...», aunque «no están obligados a asumir la asignación completa», según el 36.01. El 36.04 indica que «los representantes oficiales de la UEFA y al menos 20 representantes del club visitante y su asociación deben contar con asientos gratuitos de primera categoría (y hospitality asociada) en el sector VIP».

Por lo demás, la UEFA advierte de que puede «llevar a cabo inspecciones en el estadio en cualquier momento antes y durante la competición para comprobar si se cumplen los criterios estructurales requeridos» (artículo 27.06).