Las lesiones en el Betis tienen mucha puntería

El Betis se encontró ayer con una muy mala noticia proveniente de su enfermería. Riza Durmisi, que acabó el partido contra el Valencia con molestias musculares, obtuvo el peor resultado posible de las pruebas a que fue sometido: sufre una rotura fibrilar de grado I en el bíceps femoral de la pierna derecha y estará de baja alrededor de tres semanas. Así pues, faltará a los encuentros de Liga contra el Alavés, el Espanyol y seguramente el Getafe, además de la ida de la eliminatoria copera ante el Cádiz. Quique Setién tiene motivos para sentirse preocupado: pierde a un hombre irreemplazable, porque no hay en toda la plantilla ningún otro lateral izquierdo nato y con la misma vocación atacante que el danés. Diríase que las primeras lesiones con la temporada en marcha en Heliópolis están teniendo mucha puntería, porque al caso del nórdico le precedió el de Javi García, también con una lesión muscular y también sin un sustituto natural en el plantel verdiblanco.

Durmisi quizá pagó el domingo esa carga de partidos de la que ya avisó el entrenador hace semanas, cuando habló de dosificar a los futbolistas internacionales. El caso es que el zaguero, sin duda el mejor fichaje de Miguel Torrecilla, fue titular en el Villamarín después de jugar 47 minutos en el Montenegro-Dinamarca diez días antes y 90 en el Dinamarca-Rumanía siete días antes. Y aun así disputó el choque íntegro, con el esfuerzo extra que aparejó el desarrollo de un encuentro tan extraño. Para más inri, se lesionó en la última jugada, en el contraataque de Guedes para el 3-6 que trató de impedir lanzándose en vano a por el interior che.

La ausencia de Durmisi supone un importante desajuste para Setién. El danés todavía no ha alcanzado el magnífico nivel de su primer año en el Betis, pero es indiscutible y no hay más que mirar estas ocho jornadas para comprobarlo: tras quedarse en el banquillo en la jornada inaugural, entró en el once en la siguiente y no se ha perdido ni un solo minuto desde entonces. Tras Adán (720’) y Barragán (690’) es el futbolista más empleado por el míster, junto con Mandi y Feddal.

Y ahora surge la gran duda: ¿quién jugará por él? La alternativa más lógica es Alin Tosca. El central rumano, zurdo puro como Durmisi, ya hizo de lateral precisamente en el Camp Nou, donde por cierto se marcó un autogol, aunque fue más cuestión de infortunio que de impericia. El problema es que no ha jugado nada de nada desde ese partido. En primer lugar, por decisión técnica. En segundo, porque en septiembre se fracturó el tercer metacarpiano de la mano izquierda en un entrenamiento. Y en tercero, de nuevo por decisión técnica, porque esa lesión sólo le hizo perderse los partidos contra el Deportivo y el Real Madrid y a continuación no fue convocado contra el Levante y la Real Sociedad y fue descartado a última hora frente al Valencia.

Setién puede elegir al rumano, pero tiene otra posibilidad: desplazar a la izquierda a alguno de los dos laterales derechos, ya sea el titular habitual, Barragán, o el suplente habitual, Rafa Navarro. En el caso del canterano surge el mismo inconveniente que con el central: la falta de ritmo competitivo. Hasta ahora ha jugado tan poco que es el segundo futbolista de campo con menos minutos de toda la plantilla: sólo tuvo media hora frente al Levante.

La tercera vía es Redru. El lateral izquierdo titular del filial seguramente se entrenará esta semana con el primer equipo, con el que no ha debutado en un partido oficial pero sí a lo largo de la pretemporada (Linense, Arcos, Córdoba...). Carlos Redruello, que es su nombre, tiene 20 años y hace unos meses renovó su contrato con el Betis hasta 2021. El sevillano está aprovechando al máximo los problemas físicos que tanto están estorbando a Junior, el plan B de Setién para el flanco siniestro de la defensa durante el verano. El dominicano, que ofrece una enorme proyección atacante, se lesionó nada más empezar la concentración en Alemania y desde entonces no ha vuelto a jugar ni con el primer equipo ni con el Deportivo.