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Jonas Martin corre entre Rubén Pardo y Bruno. Al fondo, Rubén Castro y Joaquín / Jesús Barrera -
El Betis visita al Leganés. Y así podría resumirse todo lo noticioso que tiene el partido para el equipo verdiblanco, salvado matemáticamente desde la pasada jornada pero deshonrado por una temporada malísima al margen de lo que haga en estas tres jornadas que le faltan para culminar el suplicio. Ese resumen, sin embargo, sería incorrecto. El Betis visita al Leganés en un encuentro que es una final para su anfitrión, necesitado de un empate o, mejor, una victoria para casi asegurarse su continuidad en Primera y eliminar la mínima esperanza de permanencia que pueda albergar el Sporting, así que la trascendencia para los locales es enorme, inmensa y hasta histórica, pero eso no significa que el Betis no se juegue nada.
Al margen de minimizar las inevitables pérdidas económicas de la televisión que provocará su paso atrás clasificatorio, el conjunto de Víctor dirime en Butarque su dignidad, que no es poco después de la que ha caído en Heliópolis desde la jornada uno. Que defender su decencia beneficie al Sporting, un adversario que para muchos béticos es amigo a pesar de que el presunto intercambio de favores sólo beneficia por ahora a los astures, debe ser lo de menos para los profesionales que hoy defiendan las trece barras en un ambiente totalmente adverso y hostil, como no puede ser de otra forma con lo que se juega el Leganés.
El Betis afronta su antepenúltimo compromiso sin Dani Ceballos, cuyo tobillo izquierdo no superó la última prueba. Y además viaja a Leganés en su enésimo mal momento del curso. Los precedentes son dos derrotas consecutivas (la última de ellas, un indignante 1-4 casero frente al Alavés) que cercenaron de raíz la mejor racha verdiblanca de esta Liga (dos victorias seguidas) y quizá también las opciones de Víctor de liderar el proyecto 2017-18, si es que tenía algunas. El técnico es en teoría el más interesado en no sufrir otro traspié en Leganés, por lo que pueda pasar en el futuro inmediato...
Butarque se llenará para recibir al Betis y, sobre todo, aupar al Leganés a un triunfo imprescindible si aspira a aguantar el postrero arreón del Sporting, ahora a tres puntos. El equipo de Asier Garitano necesita cuatro para garantizar su permanencia. El míster vasco tiene la importante baja del central Mantovani por sanción y la duda del lateral Tito, aunque también recupera al pivote Timor y el atacante Szymanowski.