Lopera: «De alguna forma deberá repararse el ingente daño causado»

Tras ser declarado inocente, el expresidente del Betis espera que un caso como el suyo «jamás vuelva a repetirse»

16 mar 2018 / 14:14 h - Actualizado: 16 mar 2018 / 17:04 h.
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  • Manuel Ruiz de Lopera a su llegada a la Audiencia Provincial de Sevilla. / Efe
    Manuel Ruiz de Lopera a su llegada a la Audiencia Provincial de Sevilla. / Efe

Después de conocerse la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla que no solo absuelve al ex presidente del Betis Manuel Ruiz de Lopera, sino que avala su gestión al frente del club, el exmandatario verdiblanco ha emitido un comunicado en el que arremete duramente contra la instrucción del caso, que fue llevada por la jueza Mercedes Alaya; el informe de los peritos judiciales por sus «conjeturas»; y contra las asociaciones que le denunciaron por querer conseguir con el procedimiento penal «propósitos ajenos» a este. Lopera asegura que «de alguna forma deberá repararse el ingente daño causado» y espera que un caso como el suyo «jamás vuelva a repetirse».

«En cada uno de los comunicados de prensa que he emitido durante estos últimos diez años en que se ha tramitado la causa penal relativa a mi gestión en el Real Betis he proclamado mi confianza ciega en la Justicia, a pesar de los múltiples reveses sufridos y del designio inexorable que parecía marcar su rumbo», dice en el comunicado emitido por su abogada, Encarnación Molino, a los medios de comunicación. «Ayer, día 15 de marzo de 2018, aquella confianza se ha visto recompensada con una sentencia que no sólo nos absuelve, sino que lo hace con apoyo en unos fundamentos extensos, sólidos, rigurosos y ecuánimes», añade sobre la decisión judicial.

«Diez años han sido necesarios para hacer prevalecer la verdad de que nunca me apoderé de recursos del club y que, antes al contrario, durante mis quince años de mandato le presté todo el apoyo económico que estuvo a mi alcance. Actué, como en efecto reconoce la sentencia, siempre en favor del interés de la entidad y sin mediar ánimo de lucro, y en ella quedan reflejados expresamente los avales prestados por importes multimillonarios», señala el expresidente del Betis.

«Las mismas pruebas que fundamentan estas rotundas conclusiones obraban en la causa desde su inicio, dispuestas para quien quisiera verlas. Sin embargo, se instruyó contra mí una gravísima acusación de haber descapitalizado al club y de haberme apoderado de nada menos que 25 millones de euros, que se ha mantenido hasta ahora con muy drásticos efectos patrimoniales y personales», señala con respecto a la investigación que fue dirigida por Alaya tras la denuncia interpuesta por la Fiscalía de Sevilla. «La sentencia refleja ahora que el fundamento de tal acusación, el informe pericial, estaba basado en meras conjeturas y que sus criterios sobre los millonarios gastos supuestamente innecesarios deben rechazarse sin ambages», dice Lopera, paran quien «naturalmente, y como también advertía en mis comunicados de prensa, de alguna forma deberá repararse el ingente daño causado, con tan escasa razón, a mi persona y mi patrimonio»

«Quiero dirigirme a la leal afición bética, que ha sido destinataria directa de esas resoluciones judiciales ahora radicalmente desautorizadas, y decirle que no hay razón para repudiar la historia reciente de nuestro querido club que yo protagonicé. Con los aciertos y errores en que, como es normal, habré incurrido durante mi largo mandato, no podrá decirse jamás, en modo alguno, que un presidente suyo, Ruiz de Lopera, utilizara el cargo de manera ignominiosa para robarle y enriquecerse», destaca.

«Para finalizar también quisiera invitar, como simple ciudadano que se ha visto arrastrado por una iniciativa judicial tan agresiva como extraviada en sus fines, a una reflexión colectiva. La Justicia penal no está para conseguir propósitos ajenos a los que le son propios. Y ello es así por mucho que tales iniciativas cuenten con el apoyo, interesado o no, de sectores sociales, grupos de presión o individuos determinados», explica en lo que entiende como una utilización de la Justicia por parte de las asociaciones béticas que le llevaron a los tribunales. «Sólo cabe esperar, en beneficio de nuestra salud cívica colectiva, que un caso como el mío jamás vuelva a repetirse», concluye.