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Eduardo Maciá y Pepe Mel, juntos en el aeropuerto / Inma Flores
El Betis –al menos los futbolistas que cuentan para Pepe Mel y otros que aun contando tienen alguna opción de salir del club de aquí al final del mercado– sigue entrenándose en Bad Kreuznach mientras el director deportivo trata de cerrar algunos fichajes con los que abrochar la plantilla que defenderá los colores verdiblancos en Primera. Hasta aquí, la primera parte de la realidad. La segunda es que el Betis va ya para tres semanas sin ofrecer un solo refuerzo a su entrenador. Veinte días, veinte, han transcurrido desde que remató su última operación, la del central argentino Pezzella, cuyo anuncio oficial fue el 10 de julio. A partir de ahí, la entidad ha sido bastante eficiente en la operación salida pero se ha quedado estancada en la operación entrada, para inquietud de su entrenador, que ya ha reclamado más de una vez, aunque sin elevar el tono, que necesita dos extremos como mínimo.
De momento, Eduardo Maciá se lo toma con más filosofía, al menos de puertas para fuera, y se conforma con dos fichajes. Así lo dice en una entrevista en el portal firenzeviola.it en la que también admite el interés verdiblanco por el delantero argentino Osvaldo, aunque aclara que su contratación no es asunto fácil.
El valenciano, después de contestar varias preguntas sobre su exequipo, es cuestionado por los refuerzos que necesita aún el Betis. «Pienso que un par de jugadores», responde.