Málaga-Betis: que no sea salir de Málaga para entrar en Malagón
LA PREVIA. El equipo verdiblanco, después de seis jornadas sin ganar, está obligado a no complicarse más la vida en la clasificación pero visita a un rival en su mejor momento, a pesar de ir penúltimo. Setién recupera a Javi García y pierde a Boudebouz
El Betis visita La Rosaleda esta noche de lunes y su objetivo, aprovechando que viaja a la capital de la Costa del Sol, es no salir de Málaga para entrar en Malagón. El dato es el siguiente: una derrota ante el conjunto que va penúltimo reduciría su margen sobre el descenso a cuatro puntos. Una victoria lo elevaría a la octava plaza, a tres puntos de la zona europea, pero cuántas veces no habrán escuchado los béticos esta misma cantinela en las últimas semanas... para nada. Y así desde hace dos meses. El túnel en el que su equipo se metió entonces está jalonado de demasiadas jornadas sin ganar, seis, y la relativa calma clasificatoria que impera por ahora tornará en inquietud si Quique Setién no corrige la inercia perdedora a la voz de ya. El cántabro alude a la mejoría ante el Atlético para ser optimista. Es verdad que el listón estaba bajo mínimos, pero confirmar ese leve crecimiento también sería un buen punto de partida en el feudo del jeque Al Thani.
El desplome del Betis desde que venció al Alavés es de tal envergadura que en estos dos meses ha cedido siete puntos respecto a su contrincante, que en las nueve primeras jornadas lució la friolera de un punto en su casillero. El recorte ha sido generalizado y lógico. Los heliopolitanos sólo han cosechado dos de 18 en este tramo crítico y los adversarios hundidos en el pozo tenían que sumar tarde o temprano. El problema adquiriría gravedad si esa tendencia se confirmase hoy en un estadio que al Betis se le ha dado bien en los últimos tiempos pero que no es el Villamarín. Y el Betis, que tampoco es una maravilla en su campo, se autorreduce a una expresión incluso más minúscula cuando sale de allí.
Setién se encontró ayer con una noticia buena y otra mala. La positiva es el regreso de Javi García, un hombre imprescindible para que la maltrecha estructura defensiva del segundo equipo más goleado de la Liga (-29) deje de provocar tantos estropicios. La mala es la baja de Boudebouz, con un golpe en la rodilla que se lesionó en verano. Esta ausencia se une a la de Guardado, así que el Betis pierde a dos de sus mejores generadores de juego ofensivo en una coyuntura muy delicada también en esa faceta. En todo caso, el técnico aún dispone de Joaquín, Fabián o Tello, aunque la nómina del banquillo, para ser sinceros, no invita precisamente al optimismo.
El Málaga sólo ha perdido uno de sus cuatro últimos encuentros ligueros, lleva dos seguidos sin encajar un gol y viene de vencer en Anoeta (0-2). En otras palabras, su estado anímico y futbolístico poco o nada tiene que ver con el del Betis. Uno va hacia arriba y otro, mientras no demuestre lo contrario, hacia abajo. Los blanquiazules han recuperado a tiempo al mediocampista Recio y el atacante Peñaranda, pero siguen sin contar con dos defensas lesionados de gravedad, Miguel Torres y el exbético Juan Carlos.