«Me preguntaban si era la novia de algún jugador»

La doctora Inmaculada Vivar lleva nueve años trabajando en el Real Betis Energía Plus y ha sido clave en la evolución física de jugadores como Porzingis, Satoransky o Joan Sastre.

08 mar 2018 / 11:39 h - Actualizado: 08 mar 2018 / 11:54 h.
"Baloncesto","Liga ACB"
  • Inmaculada Avivar posa en el vestuario del Betis Energía Plus. / Manuel Gómez
    Inmaculada Avivar posa en el vestuario del Betis Energía Plus. / Manuel Gómez

La doctora Avivar se mueve por el Palacio de Deportes de San Pablo de Sevilla como si fuera su casa. Después de nueve años ya sabe qué tecla tocar para que se enciendan los focos de la pista principal y que la foto que le ha solicitado El Correo de Andalucía salga lo mejor posible. Lleva ya casi una década como médico especializada en nutrición deportiva del equipo de baloncesto de la ciudad, ahora Real Betis Energía Plus. También ejerce como «médico de cabecera» de la plantilla, «tengo que estar 24 horas pendiente de cualquier cosa que pueda surgir».

No hay ninguna mujer más que forme parte de la estructura médica de un club de la ACB. Sólo Anna Montañana, entrenador ayudante en el Montakit Fuenlabrada acompaña a Inmaculada en la presencia femenina en la máxima categoría del basket masculino. «No me considero una pionera, pero es cierto que se ve como algo más raro de lo que debería ser».

«Al principio cuando la gente me veía entrar en el vestuario, había gente que preguntaba si era la novia de algún jugador o un agente. En la Copa del Rey me llegaron a preguntar si era la estilista», recuerda la doctora. No hace falta preguntarle si es feliz en su trabajo, su rostro sirve de máquina de la verdad infalible. Hace nueve años cuando le propusieron colaborar con el equipo tuvo sus dudas: «La primera vez dije que no. Yo lo veía como un mundo muy cerrado, masculino. Me dieron unos días para pensármelo. Me reuní con el Servicio Médico y luego con Joan Plaza, el entrenador. La sorpresa fue cuando me propuso formar parte del staff técnico, no sólo ser una colaboradora».

Ha vivido la última gran etapa del equipo: Final Four de Treviso y clasificación para la Copa del Rey y los playoffs. «Reconozco que al principio me avisaron de que podría ser un handicap ser mujer ya que iba a ser la primera que entraba en el vestuario, pero luego ha sido todo de lo más normal. Me han visto siempre como una más».

La doctora Avivar aún recuerda el primer día que atravesó la puerta que daba acceso a la tierra santa de los jugadores: «soy muy inquieta y me encantan los retos, así me lo tomé. Seguía pensando que era un mundo muy cerrado, pero al poco tiempo ese prejuicio quedó en nada». Joan Plaza reunió a los jugadores después de un entrenamientos y presentó a su nueva inspectora alimenticia. La evolución física de jugadores como Tomas Satoransky, Kristaps Porzingis o Joan Sastre fue en parte tutelada por la doctora. «Fue un trabajo de todos, son ellos los que tienen que poner de su parte, pero la verdad es que son superagradecidos y con muchos aún mantengo contacto».

Sobre la celebración del Día de la Mujer considera que «todo lo que sea hacer visible la injusticia y las desigualdades está bien. Tengo mis dudas de cuál es la mejor manera de luchar contra ellas. En mi día a día trato de evitar que se produzcan estas desigualdades a todos los niveles».