Pocas horas antes de la junta del 23-S Manuel Castaño acudió a acreditarse al club para representar sus acciones, las de sus hijos, el ex consejero Juan Luis Aguado y las del hijo del ex consejero Manuel Morales –ya fallecido–, que decía representar. Sin embargo, Morales acudió luego en persona a la junta y anuló de este modo la representación que llevaba Castaño, por lo que sus 300 acciones votaron a la candidatura de Haro y Catalán. También hubo que anular días antes de la junta la papeleta de representación que trajo el ‘Pepsi’ de unas acciones de un paisano de Arahal que ya le había dado su apoyo a Haro y Catalán, a quienes el accionista, consultado por el club, ratificó su respaldo.
En el club se está realizando estos días un minucioso recuento de la documentación y algunos casos de fallecidos que delegaron su voto –a favor de Haro y Catalán o el propio Castaño– pueden aparecer, pues según el consejero y notario José Montoro, «es algo imposible de controlar». «Para ello habría de exigirse la fe de vida de cada uno de los votantes o solicitar del Registro Civil certificado de defunción de los que, por su edad por ejemplo, pueda presumirse sean difuntos. Titánica tarea ésta que ni legal ni reglamentariamente se exige», puntualiza Montoro.