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Jugadores del Betis, en un entrenamiento / Manuel Gómez
Todos en el Betis, desde los principales dirigentes al último de los empleados, tienen muy claro cuál es el objetivo de este proyecto auspiciado por Ángel Haro y José Miguel López Catalán, a corto y medio plazo: instalarse en la élite del fútbol español, justo debajo de ese nivel inalcanzable que por ahora representan el Barcelona y el Real Madrid, con permiso del Atlético. Es decir, pasar a ser un habitual en la zona noble de la clasificación y participar de forma sistemática en las competiciones europeas. La meta más inmediata es quedar entre los diez primeros, tal como han reconocido en público el presidente y el director deportivo, y las primas que el consejo de administración ya ha pactado con la plantilla corroboran esa política.
Conclusión: los jugadores del Betis sólo cobrarán un extra si concluyen esta temporada liguera en la mitad alta de la clasificación, según adelantó ayer Radio Sevilla. Como es lógico, el premio será mayor si hay clasificación para la Liga Europa o, quién sabe, la Liga de Campeones. Y aunque no la haya, también variará en función de que acabe séptimo, octavo, noveno o décimo. A mejor puesto, más dinero. Es de perogrullo, obviamente.
El acuerdo entre los futbolistas y los rectores del club es total. Ha habido negociación, pero no ha sido precisamente complicada ni enrevesada. La entidad tenía claro que si vende que su objetivo es quedar entre los diez primeros, sólo debe pagar por eso. Y la plantilla, por su parte, también tiene muy claro cuál es su misión esta temporada.
La negociación de las primas por parte del consejo de administración es totalmente coherente con su propia campaña de abonados. Una de las medidas estelares, quizá la más atractiva para el socio, es que el club verdiblanco se compromete a rebajar el precio del carnet para la próxima temporada (2017-18) en un 10% si el equipo que entrena Gustavo Poyet no concluye esta Liga entre los diez primeros clasificados.
El otro compromiso de la dirigencia bética con sus abonados es que en ningún caso modificará el precio de los carnets aunque el equipo quede del undécimo para abajo en Primera División.
Ambas medidas hicieron de contrapeso para el leve aumento que han experimentado los abonos del curso en vigor después de dos años de congelación. El descenso a Segunda provocó que el consejo no tocara los precios estipulados para la horrenda campaña 2013-14 y al año siguiente, el del retorno a Primera (2015-16), fue otra de las principales medidas del gobierno verdiblanco, en el que ya figuraban Haro y López Catalán.
En todo caso, la restricción de la prima a finalizar el campeonato entre el uno y el diez es compatible con otras recompensas puntuales por partidos relevantes, como el derbi de la segunda vuelta, que se jugará en el Villamarín; o las tres citas que aún tiene pendientes contra los dos grandes, las dos del Real Madrid y la visita del Barcelona a Heliópolis. Y por supuesto también habrá un jugoso plus en caso de éxito en la Copa del Rey, una competición que ha dado al club dos de los tres grandes títulos de su historia, aunque ya han transcurrido once años desde el último.