Oliver: «Nunca pudimos soñar que hoy estaríamos aquí»

El jefe de Bitton Sport asegura que Lopera citó «muy de soslayo» el asunto judicial cuando negoció la compraventa de sus acciones. «El Betis es Lopera. Poner en duda eso es poner en duda la existencia de Dios», asegura.

13 jun 2017 / 14:16 h - Actualizado: 13 jun 2017 / 19:19 h.
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  • Luis Oliver, a su llegada a los juzgados hace unos días junto a uno de sus abogados / Pepo Herrera (Efe)
    Luis Oliver, a su llegada a los juzgados hace unos días junto a uno de sus abogados / Pepo Herrera (Efe)

La segunda sesión de la ronda de declaraciones del juicio contra Manuel Ruiz de Lopera ha incluido la declaración de Luis Oliver, que sólo ha respondido a las preguntas de su abogado. El jefe de Bitton Sport ha querido dejar claro que toda la problemática judicial fue casi ajena a la compraventa de las acciones de Farusa en 2010 porque su propietario la citó «muy de soslayo».

«Después de comprar las acciones llegaron los autos del Juzgado de Instrucción 6, pero en ningún momento pudimos llegar a soñar que esto llegaría hasta aquí. Nosotros entramos por cooptación y después hubo un auto que quitó los derechos políticos a las acciones. Tuvimos la suerte de hacer el equipo, pero nos echaron del club», recordó Oliver.

Lo primero que hizo el navarro fue describir cómo se enteró de que estaba en venta el 51% del capital social del Betis. «En el mundo del fútbol era conocido y sabido que Lopera había bajado al equipo a Segunda, había tenido una contestación importante y estaba cansado y quería marcharse y abandonar el Betis, se sentía muy decepcionado. Llevo 25 años en el mundo del fútbol, hemos tenido dos equipos de fútbol, el Xerez y el Cartagena, y era el tercero que comprábamos. Llegamos a través de un amigo común, Pepe León, tuvimos varias reuniones y dijo que hablaría con el presidente. Fue en diciembre de 2009, pero el presidente, con mucha prudencia, porque Lopera había recibido a mucho correveidiles, como un anticuario que quería pagarle con cuadros y otro con caballos. Lo que más le importaba es que el equipo subiera a Primera y los béticos fuesen felices. La primera reunión con él fue en enero en Jabugo. Fueron las reuniones más largas de mi vida. En el Xerez tardamos dos meses, en el Cartagena uno y en el Betis, seis, desde enero hasta julio. Hubo más de treinta reuniones, el 90% en las oficinas de la calle Jabugo. Hubo otras en el despacho de Montero Aramburu, ya al final, cuando llegamos a un acuerdo. Las reuniones duraban de cinco a diez horas. Todo el mundo sabe que Lopera es un duro negociador. Por Bitton estábamos mis socios, Eduardo Peña y Ángel Vergara, los abogados, Rodrigo Pérez y su segundo, y yo. Por Farusa siempre Lopera y Guillermo Molina, y alguna vez Ana María Ruiz. A partir de marzo o abril entraron los abogados de Montero Aramburu», relató Oliver.

«Hasta 2008, el Betis tenía fondos positivos y era un equipo poderoso, pero bajar a Segunda te quita el 90% de los ingresos aunque sigues con los mismos gastos. Hicimos una auditoría profunda, sacamos la deuda y se fijó el precio final», prosiguió. Fue entonces cuando su letrado intentó que dejase claro que no sabía que el 51% o parte de él estaba en discusión en los tribunales. «No, hay que reconocer que Lopera lo nombró como muy de soslayo y no tenía ninguna conciencia de que 24 peñistas podían hacer lo que llegaron a hacer, no le dio importancia, pensó que él había obrado perfectamente. Sólo lo comentamos un par de veces. Nuestros abogados evaluaron que una pequeña diferencia de criterio contable no podía poner en peligro la intervención», dijo.

Entonces, ¿no tenía dudas sobre la titularidad del 51%? «El Betis era Lopera, toda España lo sabía. Lopera y el Betis eran uno. En cinco años ha habido cinco presidentes y durante veinte años sólo hubo uno, Lopera. Poner en duda eso era poner en duda la existencia de Dios», recalcó.

Tras la suspensión cautelar e intervención judicial de ese paquete accionarial, Bitton intentó personarse en la causa. «Creo que no nos dejaron hacer nada», indicó. La Guardia Civil dice que Bitton no tenía capacidad para pagar los 15 millones. «Me parece una afirmación muy atrevida y ridícula. Bitton tenía 3.000 euros de capital social, pero para el primer pago de 1,1 millones se amplió el capital a 1,1. Es lo que hacen todas las sociedades del mundo mundial. No hay sociedades que tengan más de 1 millón de capital social al principio», señaló. ¿Y como se financia Bitton? «Aún hoy hay lista de espera de inversores. El dinero provino de los accionistas, que ampliaron el capital con transferencias de sus bancos a Bitton, que entregó un cheque conformado a Lopera», respondió.

¿Actuó en connivencia con Lopera para evitar supuestas acciones judiciales? «Por supuesto que no», aseguró Oliver. De hecho, dejó de pagar lo estipulado a Lopera. «Compramos el 51% de las acciones y a las pocas semanas hubo ese auto que nos echó del club. Es como comprar un coche a plazos y te lo quitan después de la primera entrada. ¿Cómo vas a pagar el coche si ya no tienes el coche?», razonó.

Para dejar muy claro que no hubo un plan preestablecido, Oliver también negó que Lopera influyese mientras el navarro dirigió el Betis, entre julio y diciembre de 2010. «Jamás nos dio ninguna instrucción ni influyó en nuestras labores. No hubo ni una llamada telefónica», aseveró.