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Otra vez pendientes del entrenador, como todos los años

El desplome del Betis en resultados, juego y actitud pone en entredicho el futuro de Setién. La clasificación y el techo salarial de la LFP invitan a la cautela en Heliópolis

05 dic 2017 / 07:00 h - Actualizado: 05 dic 2017 / 17:03 h.
"Real Betis","Lorenzo Serra Ferrer","Quique Setién"
  • Tras lo ocurrido el domingo, muchos aficionados se preguntan si el vestuario ha dado la espalda a Quique Setién. / Manuel Gómez
    Tras lo ocurrido el domingo, muchos aficionados se preguntan si el vestuario ha dado la espalda a Quique Setién. / Manuel Gómez

Catorce jornadas después de que el Betis cortase la cinta inaugural de un proyecto que vendió como distinto y definitivo para dar ese salto de calidad que su afición ansía desde hace una eternidad, la vida vuelve a ser la misma en Heliópolis y sus alrededores. Catorce jornadas después, se repite la cantinela inevitable de cada temporada. Catorce jornadas después, el mismo equipo que tanto gustó a sus seguidores y tantos partidos ganó en un primer tramo realmente bueno está paralizado y no es capaz ni de ganar ni de jugar medianamente bien. Así que catorce jornadas después, como si cada campaña fuese un día de la marmota con distintos protagonistas, la continuidad del entrenador vuelve a estar en entredicho.

Los responsables del Betis debaten en estos días de oscuridad y pésimos resultados qué rumbo seguir y qué decisión adoptar. Teniendo en cuenta el modus operandi de la casa en los últimos años, el despido de Quique Setién no es descartable en el caso de que esta pésima racha se prolongue más allá de lo saludable (si no lo ha hecho ya, claro), pero hay condicionantes y matices que tampoco se pierden de vista en la planta noble, donde como siempre hay división de opiniones. Esas circunstancias son económicas y deportivas, obviamente.

Por un lado, el Betis debe cumplir con el límite salarial que le impuso la Liga de Fútbol Profesional para esta temporada: 65,4 millones de euros. Con esta cantidad debe el club pagar a toda su plantilla y cuerpo técnico, pagar los fichajes y pagar cualquier rescisión de contrato. En verano agotó el cupo casi al 100% y ahora está negociando una ampliación, pero en enero va a fichar sí o sí. Y lo que es más importante, sobre todo como posible obstáculo: Setién firmó un contrato de tres temporadas con unos emolumentos por encima del millón de euros anuales, así que la indemnización, a día de hoy, se escapa de las posibilidades económicas de los verdiblancos.

Por otro lado, el desplome del equipo es evidente desde el 4-4 de Anoeta, que culminó una serie de diez puntos de doce en cuatro jornadas, incluidos el triunfo del Bernabéu y el 4-0 ante el Levante. El Betis ha pasado de ir quinto a caer más allá de la décima plaza después de su tropiezo en Gran Canaria, que por ahora remata una serie de cinco jornadas sin ganar (2 puntos de 15) y ocho jornadas con un solo triunfo. Pese a todo, el margen sobre la zona de descenso es cómodo (ocho puntos), lo cual también desaconseja cualquier precipitación. Y continúa a tres puntos del sexto. En contraposición a estos números, muchos aficionados lamentaron la actitud de los futbolistas tras lo ocurrido el domingo porque su esfuerzo suscitó bastantes dudas. Setién habló de «bloqueo». Sea cual sea el origen, es innegable que muchos pesos pesados son víctimas de un bajón (como mínimo futbolístico) notorio.

Otro problema para Setién, aparte de la patente pérdida de apoyos por cada mal resultado que cosecha, es que el calendario vuelve a endurecerse. Esta semana le toca recibir al Atlético de Madrid, que no ha perdido en lo que va de Liga, y en lontananza tiene una visita al Málaga, un partido contra el Athletic en casa, el derbi en Nervión... y el Leganés y el Barcelona en el Villamarín.