Otro Betis es posible (2-0)

LA CRÓNICA. Víctor debuta con una victoria solvente que construyó a partir de un excelente rendimiento defensivo y dos goles en sendos saques de esquina. El técnico arriesgó con un sistema de tres centrales y ganó el duelo táctico a Las Palmas. Gran partido de Donk y Bruno y buena reaparición de Dani Ceballos

18 nov 2016 / 20:21 h - Actualizado: 19 nov 2016 / 16:33 h.
"Fútbol","Primera División","Real Betis","Víctor Sánchez del Amo"
  • Pezzella y Bruno abrazan al tercer central, Mandi, después del 2-0 / Manuel Gómez
    Pezzella y Bruno abrazan al tercer central, Mandi, después del 2-0 / Manuel Gómez

El camino que aún debe recorrer es amplio, pero bien está lo que bien empieza y el Betis, en el estreno de Víctor Sánchez del Amo, se reencontró con el triunfo y con el aplauso del Villamarín, que por fin vio a un equipo, en el sentido más amplio y futbolístico del término, y disfrutó de una noche tranquila y exitosa. El nuevo técnico inauguró su etapa con un novedoso sistema de tres centrales, que no cinco defensas, y cuajó un excelente encuentro desde el punto de vista del orden y la contención. Quería once lobos dentro del campo y los tuvo, tal fue la intensidad con que ahogaron a sus adversarios. Y también fue un equipo práctico, porque ocasiones, lo que se dice ocasiones, casi no creó, pero tuvo un cien por cien de acierto en dos saques de esquina lanzados de forma magistral por Joaquín.

El primer Betis de Víctor fue una especie de 3-5-2 en el que cupieron los cuatro centrales de la plantilla, con los dos laterales muy adelantados y Petros pendiente de Roque Mesa. La organización corrió más a cargo de Donk y Dani Ceballos, dos de los grandes olvidados de Gustavo Poyet. Según lo visto ayer, se equivocaba, aunque el tiempo y las jornadas confirmarán o desmentirán ese error con más certeza. El holandés aportó jerarquía y presencia física, dos cualidades muy añoradas en Heliópolis. El canterano, mejor en la segunda parte que en la primera, también estuvo activo y al nivel de sus compañeros en el trabajo sucio. Puede parecer un juego de palabras, pero la clave de que el Betis sumase estuvo en la resta.

Por lo demás, el encuentro demostró una vez más que el fútbol son los futbolistas. Los del Betis, lejos de la pusilanimidad e inutilidad manifiestas que solían exhibir bajo el mando de Poyet, incomodaron a uno de los conjuntos con mejores porcentajes de posesión de la Liga y fijaron la tendencia que más les interesaba desde el minuto uno. Cuando su rival se organizaba desde atrás, lo atosigaron y presionaron con convicción y óptimos resultados; y cuando Roque Mesa pudo armar alguna jugada, algo que no ocurrió con frecuencia, se encerraron con un orden envidiable y la implicación de todo el colectivo. Los únicos remates canarios con cierto peligro fueron de Boateng y Araujo en el primer tiempo y Vicente Gómez por partida doble en la segunda, ya en la recta final.

El Betis tampoco se prodigó en sus aproximaciones a Javi Varas, pero tuvo una eficacia máxima a balón parado. Víctor trabaja mucho esos lances y obtuvo premio a las primeras de cambio. En el 27’, Joaquín lanzó un saque de esquina al primer palo y Bruno, con la ayuda de Lemos, peinó hacia la red. En el 46’, Joaquín repitió la lección y puso el balón en la cabeza de Mandi, que giró el cuello para hacer el 2-0. Los dos centrales, dicho sea de paso, completaron una magnífica actuación junto a Pezzella, pero por los precedentes hay que recalcar el rol de Bruno, otro de los desterrados por Poyet.

El planteamiento del Betis en la segunda parte estuvo claro: atrincherarse en su mitad del rectángulo, mantener a Roque Mesa en el ostracismo y, en el peor de los casos, ahogar cualquier conexión posible con sus compañeros de ataque. Las Palmas tardó veinticinco minutos en pisar el área con el balón medio controlado, así que el plan funcionó. El sistema defensivo de los verdiblancos resultó tan consistente e impenetrable que sólo concedió dos ocasiones a su contrincante, las ya citadas de Vicente Gómez. Adán se lució en ambas (82’ y 90’).

La verdad es que la segunda parte transcurrió con una placidez inusitada para el Betis, que se sintió tan cómodo y efectivo en defensa que no necesitó hacer nada en ataque para ampliar su margen de tranquilidad. Con Rubén Castro fuera del campo en el minuto 70, la única aproximación a Javi Varas fue un remate lejano y desviado de Sanabria. Pero no sufrió el Villamarín, que ya es decir, y los béticos vieron un equipo ordenado, serio e intenso hasta decir basta. Eso significa que la primera piedra está puesta, pero sólo es un triunfo, así que faltan muchas...

REAL BETIS: Adán; Pezzella, Mandi, Bruno; Piccini, Donk, Petros, Dani Ceballos (Brasanac, m. 83), Álex Martínez; Joaquín (Musonda, m. 76) y Rubén Castro (Sanabria, m. 70).

UD LAS PALMAS: Javi Varas; Michel, Lemos (David Simón, m. 77), Bigas, Dani Castellano (David García, m. 29); Roque Mesa, Tana; Momo (Vicente Gómez, m. 68), Jonathan Viera, Boateng; y Araujo.

Goles: 1-0, m. 27: Bruno. 2-0, m. 46 (+): Mandi.

Árbitro: González González (Comité Castellano-leonés). Amonestó a Vicente Gómez (88’).

Incidencias: partido de la 12ª jornada, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 34.114 espectadores.