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Gustavo Poyet, entre Ángel Haro y Miguel Torrecilla en su presentación.
El nuevo entrenador del Betis, Gustavo Poyet, ya está en su país pero también trabaja para el Betis. El club verdiblanco es noticia en Uruguay y su técnico fue objeto de una amplia entrevista en El País TV, donde habló de su nueva responsabilidad y la ilusión y los retos que le genera. «Tenía ganas de trabajar en España. Mi primera posibilidad era volver a la Premier League, pero en los equipos que podían quedar libres no había ninguna oportunidad y otros eran complicados. Después venía la Liga», contó. «Además, el que conoce España... Cuando te dicen Real Betis, decís que sí», añadió. «La afición del Betis es muy especial, tiene una forma de vivir el fútbol diferente al resto. Y la ciudad, Sevilla, es espectacular. Fue una decisión muy rápida, las negociaciones fueron fáciles», reconoció Poyet.
El míster uruguayo también comentó que «hace años» estuvo a punto de trabajar con Miguel Torrecilla y, tras admitir que habrá «bastantes bajas», analizó la filosofía con que encara este «proceso de renovación» en el que está sumido el Betis. «Te lo puedes tomar de dos maneras. Si el equipo ya está formado y tiene un sistema de juego, intentas no tocarlo mucho. Si no hay, hay que empezarlo. Tienes el riesgo de que vienen muchos jugadores, pero es responsabilidad mía. Me gusta asumir responsabilidad», explicó. «La idea es consistencia. Que el equipo tenga una forma de jugar y tenga una consistencia que te lleve a estar tranquilo y poder planear. Por ejemplo, que en octubre, cuando hayas jugado diez partidos, ya puedas saber qué te falta y si es necesario traer algún futbolista en enero. Esa posibilidad no la tuve en Inglaterra», agregó.
«El equipo terminó en la mitad de la tabla, pero la Liga es increíble. A falta de jornadas, matemáticamente no estaba salvado, le faltaba un punto», recordó también.
Cuestionado por el Sevilla, Poyet fue diplomático. «No vamos a hablar de nadie, sólo del Betis», respondió primero. «Lo están haciendo muy bien, llevan años ganando competiciones europeas y ganarles es un reto lindo. Tener la posibilidad de ir y ganar el primer clásico te da un tiempo, dos meses que quizás, si no lo haces y dependiendo de otros resultados, a lo mejor no lo tienes», indicó.